Aquí la Provincia

Productos de abolengo

En el municipio sevillano hay muchas empresas -especialmente en el ámbito de la restauración y la repostería-, que se podrían destacar por su gran labor y buen hacer. Ejemplo de ello sería la fábrica de Tortas Upita, visitada recientemente por el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, para conocer el proceso de elaboración de los afamados dulces, destacando la manera de aunar tradición y modernidad que tienen este tipo de empresas. Al mismo tiempo que tratan con cariño y mimo cada producto, elaborándolo y envasándolo a mano, son capaces de estar presentes en el mercado internacional, en Reino Unido o Alemania, llevando el encanto de Andalucía a Europa.

"El origen de Upita fue Concepción Cansino, de la afamada fábrica de tortas de  Cansino", recuerda Guadalupe de los Reyes Millán, administradora y una de las cinco hermanas propietarias de la enseña actual. "Durante años, mi abuela Guadalupe de los Reyes Ortiz -la abuela Upita- elaboraba dulces y los vendía a sus convecinos; su hijo, Miguel de los Reyes, junto a su esposa, Luisa Millán Herrera, son lo que cogen el relevo creando, en 1982, nuestra empresa que desde entonces y junto a sus  cinco hijas (la cuarta generación), mantenemos el negocio familiar". Desde Upita, prosigue, "fabricamos toda la gama de productos típica de Castilleja de la Cuesta: las tortas de aceite. Ahora, en una gama de sabores como almendras, naranja, cacao y saladas (ésta última para tomar como snack), tortas de polvorón, chocolate y coco, cortadillos de cabello de ángel, yema y batata, bizcochadas, nuestros pestiños de miel, empanadillas de cabello de ángel, roscos fritos y dulces de campaña; para Navidad, torteras, mantecados y roscos de vino; y, en Semana Santa, las mantas de miel". Asimismo, añade, "disponemos de confitería  en la que se pueden encontrar todo tipos de dulces finos, tartas, pan y variedades típicas de estos  esblecimientos".

Una a una. Lo más conocido, no obstante, son las tortas. El secreto de las mismas es su proceso, que comienza con el amasado y porcionado de las unidades, para continuar con el labrado a mano. Hay que mencionar, además, al personal cualificado con años de experiencia llamadas labradoras. "Ellas las extienden en la palma de la mano con suavidad hasta formar la torta. Bañadas en azúcar se procede a su cocción en horno; tras ser enfriadas se lían a mano por las liadoras y, finalmente, se envasan con film para su conservación".

Desde Pita, siguen con su receta tradicional sin ningún cambio. Por otra parte, con el auge que tiene el aceite de oliva fuera de nuestras fronteras, la empresa se ha subido a ese tren y, gracias a ello, están exportando. "Los países donde actualmente nos estamos posesionando son EEUU, Bélgica, Alemania y Reino Unido. En este último hemos sido galardonados con el Great Taste gold 2014 (tres estrellas)". En la red: www.upitadelosreyes.com

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