Para el curso 2016-2017, la Diputación de Sevilla ha ofertado 60 plazas de nuevo ingreso en la residencia universitaria Pino Montano, y otras 100 plazas en las instalacines de Blanco White, los dos centros dependientes de la institución provincial donde pueden alojarse los jóvenes de la provincia mientras cursan sus estudios en la capital. Estos alojamientos les permiten poder pasar el curso en la capital sin tener que ir y venir cada día desde su pueblo, al tiempo que disfrutan de servicios educativos, residenciales y deportivos.

Es por esto que ambos centros son muy demandados entre los estudiantes procedentes de los municipios, y presentan un alto número de solicitudes.

"Las tasas públicas están fijadas en las ordenanzas fiscales de la Diputación, y oscilan dependiendo de las condiciones sociofamiliares y económicas del alumno", explica Jerónimo Clavijo, gestor educativo de Blanco White. "La cuota máxima que se paga son 202,84 euros y la mínima, de 67,64 euros. Los chicos con menos recursos tienen mayor puntuación". Para los universitarios que se alojan en los pisos de Sevilla Activa, "la cuota es de 130 euros al mes más la luz".

Como una gran familia. En el barrio de la Macarena se ubica la residencia Pino Montano, junto al I.E.S. Híspalis, también de la Diputación. Es el más antiguo de los centros, ya que se inauguró como residencia en 1992. "Contamos con 250 plazas en total distribuidas en habitaciones de una, dos tres y cuatro plazas, aunque recibimos entre 600 y 700 solicitudes cada año", asegura Juan Márquez, director del complejo educativo Pino Montano. La residencia atiende fundamentalmente a estudiantes universitarios, aunque se destina un número variable de plazas a estudiantes de ciclos formativos de Grado Superior, y diez plazas al colectivo de jóvenes saharauis.

"Los alumnos son atendidos por el gestor educativo y un equipo residencial de profesionales, que atienden todas las incidencias que se produzcan", afirma Márquez.

Las estadísticas reflejan que la mayor parte de los alumnos, el 66%, son chicas, y que la gran mayoría procede de pueblos que están a más de 50 kilómetros de Sevilla. "Hay muchos de Los Corrales, Marchena, Pedrera y Estepa. Los que viven más lejos tienen prioridad", puntualiza Juan Manuel Jordán, gestor educativo de la residencia.

Tanto en Blanco White como en Pino Montano coinciden en que lo mejor de la convivencia con los chicos es el ambiente que se crea. La cordialidad y la amistad se respiran por los pasillos. "Somos como una gran familia. Tenemos con ellos una relación de amistad, aunque ellos saben que les exigimos cumplir unos requisitos para continuar aquí", dice Juan Manuel. "El grado de amistad que se crea entre los chavales es muy fuerte. Cada fin de semana van los coches llenos a los pueblos, porque se van y vienen juntos".

Habitaciones, comedores, salas comunes, biblioteca e instalaciones deportivas de ambas residencias se ponen a punto en estos días para recibir de nuevo, a primeros de septiembre, a los estudiantes.