ARCO 2020: "Es sólo cuestión de tiempo"

Jornada de apertura al público general

La primera edición de la feria dirigida en solitario por Maribel López se orienta a la síntesis y la reflexión, y pone el acento en el trabajo de los artistas

Obra de José María Sicilia en la galería belga Meessen De Clercq.
Obra de José María Sicilia en la galería belga Meessen De Clercq. / Mariscal (Efe)
Regina Pérez Castillo

28 de febrero 2020 - 21:17

Madrid/La 39º edición de ARCO convierte a Madrid hasta el domingo en un hervidero de agentes culturales -artistas, responsables de centros de arte, estudiosos, coleccionistas, profesionales de todo el mundo- y tal concurrencia señala que la feria es uno de los eventos artísticos anuales más importantes.

La dirección de esta cita, que hoy abrió sus puertas al público general tras ser inaugurada oficialmente el jueves por los reyes Felipe y Letizia, ha pasado este año de las manos de Carlos Urroz, director desde 2011, a Maribel López (Barcelona, 1972), codirectora de ARCO Madrid en 2019 y directora de ARCO Lisboa. López ha trabajado con cautela la nueva edición, partiendo de las propuestas de Urroz, por lo que la transición no ha sido especialmente llamativa. Sin embargo, su apuesta es firme y supone un cambio de rumbo conceptual para la feria: formatos de diálogo y solo projects, limitando así el número de artistas por espacio y permitiendo a los visitantes profundizar más en las propuestas de cada estand.

La galería murciana T20 presenta uno de los estands más interesantes.
La galería murciana T20 presenta uno de los estands más interesantes.

Desaparece un formato que venía protagonizando la feria desde hace años, el país invitado, y que había convertido a Latinoamérica en la aliada favorita. La presencia de artistas latinoamericanos sigue teniendo peso, pero a través de otras fórmulas, como It's Just a Matter of Time, un proyecto comisariado por Alejandro Cesarco, Mason Leaver-Yap y Manuel Segade, que sitúa al artista Félix González-Torres como punto de partida de otros autores y prácticas artísticas. Tristemente, no encontramos en la feria ninguna pieza del cubano, pero sí intervenciones en vallas de la vía pública que rezan su célebre "Es solo cuestión de tiempo", enigmática instalación que nos conduce al género de la vanitas.

Vallas en la vía pública con el célebre lema del artista Félix González-Torres.
Vallas en la vía pública con el célebre lema del artista Félix González-Torres.

La muerte, la enfermedad, el amor y la ausencia, conceptos definitorios de la obra de González-Torres, se convierten en puentes de diálogo con un grupo de artistas de diferentes generaciones. Las obras que configuran este homenaje conversan de manera desigual con la sutileza y sensibilidad propias del artista desaparecido. Particular sintonía encontramos en la mítica pieza de Pepe Espaliú, Carrying Place (1992) en la García Galería, recreación escultórica de una silla gestatoria que metafóricamente habla de cómo el portador de la enfermedad debe ser protegido y acarreado por los demás. Las indagaciones que ambos artistas hicieron en torno al sida, así como su propia enfermedad y fallecimiento, conectan tristemente sus historias.

'S/T', pieza de Pepe Espaliú en esta edición de ARCO.
'S/T', pieza de Pepe Espaliú en esta edición de ARCO.

Otra de las conexiones más interesantes la protagoniza el murciano Fito Conesa (1980) en la galería Espai Tactel. El artista presenta la partitura de una obra de Bethoveen en la que ha borrado la nota "Mi" en ambas voces, desvaneciendo así el sentido de pertenencia o posesión, y evidenciando la ausencia de dos individuos que aparecen unidos en un mismo tema musical. La inteligencia y el silencio de la pieza contrasta radicalmente con otras propuestas más estridentes como la de Kia LaBeija en la galería Parra y Romero, Sad Party: You´re invited! (2020), que cuestiona desde la ironía la estética queer y su modo de venderse a la sociedad. Esta última obra rompe por completo, a mi juicio, con la serenidad y poética característica de González-Torres.

Otro aspecto destacable en esta edición es la presencia de numerosas galerías procedentes de la mal llamada periferia, las cuales hacen denodados esfuerzos para mantenerse y defender el arte contemporáneo en ciudades geográficamente nada centrales. Vuelven a la feria galerías como ArtNueve (Murcia) o Ángeles Baños (Badajoz). Otras como la murciana T20 se consagran como uno de los estands más sólidos y con mayor interés, combinando el trabajo de artistas de media carrera como Yann Leto o Sonia Navarro con nuevas incorporaciones como las de Gala Knörr o Paloma de la Cruz. Parece que la ausencia del país invitado ha permitido poner el acento en las galerías y artistas españoles.

ARCO 2020 se antoja una edición más orientada a la síntesis, la reflexión y la profundización en el trabajo de los artistas representados, tomando plena conciencia de que su función va más allá de lo puramente comercial, y adquiriendo un compromiso más estrecho con el alto porcentaje de visitantes que acude a la feria con afán de saber, conocer y comprender la poética contemporánea. Si bien esta filosofía se asemeja más al funcionamiento regular de las galerías, mostrando el trabajo de un artista por exposición, también fuerza a asumir riesgos en un panorama comercial que todavía no es plenamente auspicioso.

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