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Economía

El FMI baja al 1,5 % la caída del PIB español en 2012 y sube al 1,3 % en 2013

  • Las previsiones para este año mejoran dos décimas y las del año que viene, para las que el Gobierno maneja un caída hasta el 0,5%, empeoran una. Recorta el crecimiento global y ve riesgos de una gran "desaceleración mundial".

El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo este lunes sin grandes cambios sus previsiones para España, cuya economía calcula que se contraerá un 1,5% en 2012 y un 1,3% en 2013, pero alertó de que los problemas de los periféricos afectan cada vez más a otros países europeos. Los datos publicados sobre la economía española para el 2012 representan una mejora de dos décimas frente a las proyecciones de julio (del -1,7% anterior pasa al -1,5% actual, la misma tasa que calcula el Gobierno español). El Fondo empeoró, sin embargo, en una décima el dato de 2013: del -1,2 % de julio al -1,3 % que prevé ahora. Esta cifra contrasta con la previsión del Gobierno español, que pronosticó una contracción del 0,5% para el próximo año durante la reciente presentación de sus presupuestos generales para el 2013.

El organismo internacional, que celebra esta semana su reunión anual conjunta con el Banco Mundial (BM) en Tokio (Japón), alerta de que la recesión en la periferia de la eurozona "está extendiéndose a otras economías en la región" y destaca que "ni siquiera Alemania es inmune". De hecho el Fondo recortó en medio punto, del 1,4% previsto en julio al 0,9% en la actualidad, la expansión de la economía alemana, y mantuvo idénticas las proyecciones de 2012, que cifran el crecimiento en el 0,9%.

El Fondo contempla un repunte de la actividad económica en Europa para comienzos de 2013, impulsada por "el incremento de la demanda externa por parte de los mercados emergentes, la suavización de las tensiones financieras, el apoyo político y la mejora de la confianza". En este sentido, pronostica que la eurozona volverá a crecer en 2013, con un repunte del 0,2% tras la contracción del 0,4% prevista para este año. Los nuevos datos representan una rebaja de las perspectivas de crecimiento de una décima para 2012 y de 0,5 puntos para 2013.

El Fondo espera también que se modere el ritmo de consolidación fiscal en la zona euro, aunque España será una "excepción" a esa tendencia, ya que debe "acelerar" su ritmo de consolidación presupuestaria para alcanzar los objetivos de déficit de 2012 y 2013 acordados con Bruselas, del 6,3% y del 4,5% del PIB, respectivamente. El FMI advierte también en su informe sobre la elevada tasa de desempleo para España, que calcula que se alcanzará el 24,9% este año y el 25,1% el que viene. "En Europa, más de una de cada diez personas estará desempleada a lo largo de 2013. En Grecia y España, la proporción es de uno de cada cuatro trabajadores. Casi la mitad de los jóvenes están sin trabajo en la periferia de la zona euro", afirma el informe.

En lo que se refiere a la inflación en España, el Fondo pronostica un 2,4% tanto para este año como para el próximo. A la recesión de España también ha contribuido, según el informe de la institución dirigida por Christine Lagarde, el "legado de elementos previos a la crisis, especialmente el alto endeudamiento de los hogares tras la burbuja inmobiliaria, que han constreñido el consumo privado". El FMI sitúa a Italia a la cola de la actividad económica en la eurozona durante 2012, con una contracción del 2,3% y del 0,7% para 2013, cuatro décimas peor que las previsiones de julio para ambos años. También reduce las previsiones de crecimiento de Francia, que deja en un 0,1% este año y un 0,4% en 2013, dos décimas y cinco décimas menos que lo esperado en julio pasado. "El gran riesgo para Europa", agrega el Fondo, "es la retrasada o insuficiente acción política (respecto al proceso de unión bancaria y fiscal). Hasta que la crisis se resuelva, la situación sigue siendo precaria", explica.

El Fondo alaba las últimas medidas expansivas en política monetaria por parte del Banco Central Europeo (BCE) y su programa de compra de bonos soberanos, pero subraya que la eurozona debe avanzar en su proceso de integración fiscal y bancaria. "A menos que se tomen más medidas (en este proceso de integración europeo), las recientes mejoras en los mercados financieros pueden resultar efímeras", advierte el FMI.

Recorta el crecimiento global y ve riesgos alarmantes en el horizonte

La economía global crecerá un 3,3% en 2012 y un 3,6% en 2013, dos y tres décimas menos respectivamente que lo previsto en julio. El organismo se pregunta en su informe semestral Perspectivas Económicas Globales, si las nuevas muestras de debilidad son simplemente un nuevo episodio turbulento en una recuperación lenta y con baches o denotan un problema más duradero. La respuesta hay que buscarla, en opinión del Fondo, en Europa y EEUU y en su premura a la hora de solucionar los desafíos económicos que afrontan a corto plazo. Las previsiones del FMI asumen que Washington y Bruselas actuarán con determinación, lo que permitirá que la actividad económica comience a acelerarse a lo largo del 2012. Si, por el contrario, Europa y EEUU se quedan dormidos en los laureles los datos macroeconómicos volverán a decepcionar.

El Fondo no titubea a la hora de calificar de "alarmantemente altos" los riesgos de una gran desaceleración mundial. El organismo, destaca que la probabilidad de que el crecimiento mundial caiga por debajo del 2% en 2013 -lo que equivaldría a una recesión en las economías avanzadas y una seria ralentización en las emergentes- ronda ahora el 17%, frente al 4% de abril.

Especialmente graves son las perspectivas de Europa, donde las probabilidades de recesión para el 2013 superan el 80%, según el Modelo de Proyecciones Globales del Fondo (GPM). En EEUU, la probabilidad de una recesión el próximo año es del 15% y en Japón de más del 25%.

En Europa, la deuda soberana tendrá que continuar su proceso de ajuste y el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y el mecanismo permanente de rescate -MEDE- deberán apoyar a los países en crisis y a sus bancos para aliviar los problemas de financiación y acabar con la retroalimentación negativa entre los títulos soberanos y la banca. Además, las medidas contra la crisis deben perseguir no sólo resultados rápidos y tangibles, sino también una "mayor unidad monetaria", insiste el FMI.

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