Consejos para pasar el verano en Sevilla

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Consejos para pasar el verano en Sevilla
Consejos para pasar el verano en Sevilla

27 de mayo 2025 - 00:00

Veranear en Sevilla tiene un sabor especial: calles llenas de historia, terrazas con encanto y una vida cultural que no se detiene ni en los días más calurosos. Pero también es cierto que las temperaturas durante julio y agosto pueden superar fácilmente los 40 grados, lo que convierte cualquier paseo en un pequeño desafío. La buena noticia es que con unos cuantos ajustes, puedes disfrutar plenamente de la ciudad sin dejar que el calor te agobie.

A continuación, te compartimos algunas claves para vivir un verano sevillano de forma más cómoda, segura y placentera.

Elige bien la ropa: menos es más

Cuando el sol aprieta, tu vestuario se convierte en una herramienta clave para sentirte bien. En Sevilla, no basta con vestirse ligero: hay que saber escoger las prendas adecuadas. El algodón, el lino o la viscosa son tejidos que permiten que la piel respire y ayudan a mantener el cuerpo fresco. Mejor si son de colores claros, que reflejan la luz solar en lugar de absorberla.

Los cortes holgados también suman comodidad: vestidos amplios, camisetas sueltas, pantalones de pernera ancha... Todo cuenta. Evita los tejidos sintéticos o ajustados, que solo acentúan la sensación de bochorno.

Y no subestimes los complementos: un sombrero de ala ancha, una gorra o unas gafas de sol con protección real frente a los rayos UV pueden hacer mucho por tu bienestar diario. Añade calzado cómodo y transpirable para moverte por el centro sin problemas.

Por último, recuerda hidratarte constantemente. Llevar una botella de agua reutilizable en la mochila es un gesto simple pero esencial en los días de más calor.

Protege tu piel y tu pelo

No es ningún secreto que el sol andaluz puede ser abrasador. Y aunque buscar la sombra es importante, también lo es proteger directamente nuestra piel. Un protector solar con un FPS alto es fundamental, incluso si solo vas a salir media hora. Es importante reaplicarlo cada dos o tres horas, especialmente si estás sudando o te has secado con una toalla.

El cabello, muchas veces olvidado, también sufre con la exposición solar y las temperaturas extremas. La sequedad, el encrespamiento y la pérdida de brillo son señales de que necesita atención. Para evitarlo, conviene usar productos específicos que actúen como escudo frente al calor. Un buen protector solar capilar previene daños, y además también ayuda a mantener el peinado bajo control.

Una opción de confianza es el protector solar Kérastase, especialmente diseñado para proteger el cabello durante la exposición al sol. Su fórmula ligera no apelmaza, y deja una sensación de suavidad muy agradable, incluso en días especialmente húmedos o secos.

Organiza tu día según el sol

Una buena forma de sobrellevar el calor es adaptar tu rutina diaria. En Sevilla, las primeras horas de la mañana y la noche son los momentos más agradables para estar al aire libre. Aprovecha ese margen para hacer turismo, salir a correr o simplemente dar un paseo.

A partir del mediodía, cuando el calor alcanza su punto máximo, es mejor refugiarse en interiores. Por suerte, la ciudad está llena de museos, iglesias, bares y centros comerciales con aire acondicionado. Incluso una visita cultural puede convertirse en una excusa perfecta para escapar del sol un rato.

Muchos sevillanos optan por descansar a mediodía —la tradicional siesta cobra sentido cuando el termómetro se dispara— y recuperar la actividad al caer la tarde, cuando el ambiente se vuelve más amable.

Busca rincones con sombra y frescor

Aunque a primera vista Sevilla parece todo piedra y sol, la ciudad también tiene espacios donde respirar más tranquilo. El parque de María Luisa es un refugio verde en pleno centro, con caminos sombreados, bancos tranquilos y fuentes que refrescan el ambiente. Lo mismo ocurre con los jardines del Real Alcázar, que combinan belleza y frescor en un entorno espectacular.

El entorno del río Guadalquivir también ofrece brisas agradables, especialmente por la tarde. Caminar por sus orillas o sentarse en alguna terraza con vistas al agua es una forma estupenda de disfrutar sin sufrir.

Además, muchas terrazas del centro histórico cuentan con nebulizadores o sistemas de refrigeración. Elegir bien dónde sentarse puede marcar la diferencia entre sudar la gota gorda o pasar un rato realmente agradable.

Come ligero y apuesta por lo local

El cuerpo también necesita cuidados desde dentro. La gastronomía sevillana, especialmente en verano, ofrece platos perfectos para combatir el calor. El gazpacho y el salmorejo son clásicos imprescindibles: nutritivos, refrescantes y fáciles de digerir.

A estos se suman ensaladas frías, montaditos ligeros o platos de pescado a la plancha, ideales para mantener la energía sin sensación de pesadez. Incorporar frutas como melón, sandía o uvas a tu dieta diaria ayuda a mantener la hidratación de forma natural y sabrosa.

Y si puedes, reserva una cena al aire libre. El ambiente nocturno sevillano es uno de sus grandes atractivos: buena comida, calles animadas y una temperatura mucho más llevadera.

Vivir el verano en Sevilla requiere algunos ajustes, pero nada que no compense el ambiente vibrante, la belleza de sus calles y la riqueza de su cultura. Vestirse de forma adecuada, protegerse del sol, cuidar el cabello y la piel, y organizar los planes con sentido común permite disfrutar plenamente de todo lo que la ciudad tiene que ofrecer, incluso en los días más calurosos. Y con pequeños gestos, como usar un buen protector térmico o elegir bien las horas de paseo, la experiencia puede ser no solo llevadera, sino realmente inolvidable.

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