FERIA Toros en Sevilla en directo | Cayetano, Emilio de Justo y Ginés Marín en la Maestranza

El Carmen Doloroso

Aprendiendo a quedarse en casa

  • La cofradía de Omnium Sanctorum no pudo salir por segundo año el Miércoles Santo

El chirimiri del agua sobre la calzada era un continuo soniquete en los aledaños de Omnium Sanctorum. Feria está prácticamente desierta. La era de la comunicación en la Semana Santa provoca estas imágenes. La gente por la radio se hace una idea de lo que puede ocurrir a tenor de las decisiones que hayan tomado otras cofradías. La Sed regresó a su templo. San Bernando no sale. La siguiente decisión es previsible. Más aún cuando la llovizna persiste.

No hay apenas nadie. La verja que circunda el templo echa de menos al público del año anterior, cuando la cofradía realizó por primera vez estación de penitencia. Sólo varias parejas de turistas y algunos curiosos se detienen a contemplar cómo forman delante de la puerta ojival los músicos de la cruz de guía.

A las tres menos cuarto se reúne la junta de gobierno en cabildo de oficiales. La espera se hace eterna. Hay hermanos que no pierden la esperanza. La cofradía ha aumentado en 200 nazarenos su cortejo. Casi todas las capas blancas tienen el borde inferior ennegrecido por el agua de la calle. Pasadas las tres de la tarde se confirma la decisión que los malos augurios habían ya dado por cierta horas antes. Se suspende la estación de penitencia. A continuación un fuerte aplauso que se va convirtiendo cada vez más en una "tradicional" coda final cada vez que se toma una decisión como ésta. La procesión va por dentro. Como dentro se quedaba la cofradía más joven de la jornada.

El escaso público que había en la calle abandonó el lugar rápidamente. Eso sí, con el auricular puesto que es tarde de radio y de café en el bar más cercano. Así se escuchan las declaraciones del hermanos mayor, timbradas por el nudo que aprieta la emoción en la garganta.

Al poco tiempo se reza y los nazarenos desalojan el viejo templo mudéjar. En la calle Feria se percibe la humedad. En el Carmen Doloroso, el porvenir. Ya pueden decir que es el primer Miércoles Santo que se quedan en casa. Por delante les quedan muchos para seguir escribiendo su historia.

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