Lío por el reparto de las subvenciones. Las nueve hermandades de vísperas han presentado un recurso ante el Consejo de Cofradías en el que impugnan el acuerdo económico adoptado por el pleno de hermanos mayores de penitencia que se celebró el pasado 25 de junio, por el que se mantenía el actual reparto. En la picota está la interpretación que unos y otros hacen de los nuevos estatutos para dirimir el dinero que se distribuye cada año entre las diferentes corporaciones, una subvención que procede de la explotación de la carrera oficial. En aquel pleno, y tras una votación secreta, 41 hermanos mayores se decantaron por no modificar la asignación actual, por el que las cofradías que no acuden a la Catedral reciben, aproximadamente, la mitad de dinero que las que sí lo hacen. Otras quince hermandades se mostraron a favor de equiparar el reparto.

"En el recurso que presentamos ayer solicitamos que se aplique la igualdad que propugnan los estatutos en sus artículos 7 y 8. Pedimos que se anulen los acuerdos adoptados porque consideramos que ha habido una infracción de las normas jurídicas que recogen los estatutos al perjudicar, sin base legal alguna, a las hermandades que representamos", explica Alfonso Lozano, hermano mayor del Dulce Nombre de Bellavista.

Las vísperas se agarran al artículo 7, que dice que "todas las hermandades y cofradías integradas en el Consejo tienen los mismos derechos y obligaciones"; y al 8.1.b que expone que "participarán en la forma prevista estatutariamente en los beneficios comunes y en los particulares que les corresponda por su pertenencia a cada una de las secciones, obtenidos por la gestión del Consejo o cualquiera de sus órganos". Por contra, las corporaciones que no querían aumentar la asignación se remiten fundamentalmente al artículo 76: "Los plenos serán los órganos competentes para aprobar las cuentas y el presupuesto de la sección correspondiente". Además, muchas de ellas afirman que el dinero se genera por la explotación de la carrera oficial, por la que no pasan las de vísperas.

Las hermandades que no van a la Catedral también consideran, y así se recoge en el recurso, que el acuerdo adoptado el pasado día 25 es nulo según se desprende del artículo 34, que dice que los plenos no podrán adoptar acuerdos que no estén incluidos en el orden del día. "El pleno era para aprobar las cuentas y el presupuesto y entendemos que presupuesto no significa reparto", señala Lozano.

En el trasfondo de esta polémica por el reparto del dinero hay una cuestión que es la que de verdad esgrimen las hermandades de vísperas, que realmente se sienten discriminadas frente al resto: "En los estatutos se diferencia a las hermandades por secciones y nosotros somos miembros de pleno derecho de la de penitencia. Dentro de ese grupo no se hacen distinciones. Ahora, si no somos de penitencia nos callamos". En los anteriores estatutos no se hacía mención a estas corporaciones porque no existían. En la actual norma, las jornadas del Viernes de Dolores y el Sábado de Pasión son consideradas como un día más de la Semana Santa.

Después de aquel pleno, el presidente del Consejo, Carlos Bourrellier, explicó a este periódico que el porcentaje que recibirán las vísperas en un futuro se incluirá en el reglamento de régimen interno que se va a redactar. No se incluyó en los estatutos porque el número de estas hermandades puede variar a lo largo del tiempo.