TIEMPO El tiempo en Sevilla pega un giro radical y vuelve a traer lluvias

Cómic

¡Corre, bárbaro, corre!

  • El deseo hará que el bárbaro cimmerio se juegue la vida para alcanzar su preciado objetivo en medio de unos parajes gélidos

Ilustración de portada.

Ilustración de portada.

A lo largo del tiempo hemos conocido las múltiples caras del inmortal personaje creado por el escritor norteamericano Robert. E. Howard. Conan ha sido bárbaro, pirata, ladrón, monarca… y soldado.

En esta novela corta, La hija del gigante helado, que viene a sumarse a las adaptaciones llevadas a la viñeta, nos reencontramos con él en el ambiente que más le gusta, la batalla. Las espadas y las hachas hablan el lenguaje de la violencia más descarnada, y cuando todo parece perdido para el cimmerio, ese fuego que arde en su interior renace para coronarlo como único superviviente que se alza en medio de una masacre que ha teñido de color sangre la nieve del lugar.

Pero realmente, Conan es en esta ocasión un simple peón, observado por los pícaros ojos de una joven, Atali. Esta chica es más de lo que parece, y no le importa caminar por el lugar exhibiendo su desnudez y cautivadoras curvas ya que no es humana.

Ella es la hija del poderoso Ymir, y por ello puede hacer lo que le plazca, como seducir a los hombres, curtidos guerreros a los que, valiéndose de sus atributos, conducirá a la perdición, ya que ninguno ha logrado alcanzarla y tan siquiera poder acariciar sus rojos cabellos…

Lo que ella desconoce es que el hombre que se alza, rodeado de cadáveres, no es cualquiera y, cegado por su cautivadora presencia, emprenderá una carrera imparable, a través de la nieve, superando todos los obstáculos con tal de poder calmar su sed junto al cuerpo de Atali, que divertida al principio, se irá dando cuenta poco a poco que tal vez en este peculiar juego del gato y el ratón a ella le ha tocado perder, hecho que nunca hasta ahora había sucedido.

El argumento de esta historia, rechazada en su momento por los editores de las revistas pulp, como bien viene a referir Patrice Louinet en el epílogo de este álbum, debido a su fuerte carga erótica, te atrapa desde el principio. Pero he de confesar que la traslación que el ilustrador galo Robin Recht (Notre Dame, Elric, La cage aux cons…), hace de él me parece magistral, dejando boquiabierto al lector con su magistral trazo y composición de viñetas, espectaculares dobles páginas y genial uso del color y las onomapeyas en un momento muy concreto del argumento.

Estoy seguro que si el padre de la criatura, Robert E. Howard, pudiera deleitarse con esta adaptación, se quitaría el sombrero ante el brutal porte de su creación, la sensual condición de la joven Vanir, cómo la sangre de la batalla salpica desde las viñetas y una resolución en la que Conan, un hombre sin miedo a enfrentarse a lo desconocido, le planta cara a una auténtica fuerza de la naturaleza, de la cual ha mancillado su fruto más preciado.

Esta colección de relatos, adaptados por autores de cómic francobelga está suponiendo una constante alegría con cada nueva entrega, ya que en sus páginas vuelcan todo su talento para ofrecernos sus particulares versiones de un buen puñado de relatos protagonizados por Conan, el Cimmerio.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios