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Cómics

Del infierno al cielo

  • Regresa el carismático y pícaro personaje creado por Lucas Varela en la que parece ser su última peripecia

Ilustración de portada.

Ilustración de portada.

Alejado totalmente de la inocencia de la marioneta de madera construida por el maestro Gepetto, y que Carlo Collodi convirtió en un clásico infantil, este Paolo Pinocchio es un auténtico sinvergüenza, amigo de lo ajeno, que llega a Venecia sobre una góndola conducida por su fiel Pulcinella, y junto al que ha elaborado un plan.

Su objetivo en esta ocasión es el tremendo diamante engarzado en un collar, el diamante bizantinus, que pretende robar en uno de los palazzos del lugar.

Lo que él no sabe es que su condición de títere va serlo en esta ocasión más que nunca, ya que como podemos conocer en el primer capítulo de esta historia, hay poderes que van más allá de la terrenal comprensión de Paolo, y un expulsado del jardín del Edén va a arrastrarse por las callejuelas de Venecia, utilizando a una codiciosa bruja como agente para que pueda hacerse con la deseada joya…

La malvada anciana no va escatimar en crueldad a la hora de quitar de su camino a todo aquel que se le oponga, y con una letal lanza terminará hiriendo a Paolo, lanzándolo de cabeza a un nuevo capítulo de su existencia, un autentico purgatorio, en el que el autor utiliza como fondo la pasada pandemia, para situar al protagonista, enfermo, débil y acosado por los demonios, en un entorno de pesadilla del que tal vez tan solo pueda escapar con la ayuda de un inesperado aliado.

Pero ese tan solo será un peldaño en este extraño viaje, en el que los invisibles hilos que trazan el destino de Paolo, le llevarán cara a cara frente al narrador de historias, ese personaje al que el Altísimo entregó el medio para poder distraerle contándole mil y un argumentos, y que ahora se encuentra situado, transformado en apéndice nasal de Pinocchio.

El combate que acontecerá será temible, ya que la sibilina serpiente esconde a un letal dragón en su interior, y le va a poner las cosas muy difíciles a un Paolo que, sin comerlo ni beberlo, se convierte en adalid, defensor, en medio de los páramos infernales, y al que le espera en el último destino de este ajetreado viaje, un inesperado destino. Un regalo, una recompensa que tal vez se le atragante…

Lucas Varela se reencuentra, tal vez por última vez, con este personaje que surgió de su fértil imaginación hace ya muchos años, y lo sitúa bajo el foco de esta comedia tan divina, donde el papel de la mentira será tan importante.

Un viaje increíble por un infierno que haría las delicias de El Bosco, con un protagonista que posee una cautivadora personalidad, pese a poseer y hacer gala de todos los peores defectos propios del ser humanos, y que se ha convertido en una figura icónica, gracias a la irónica genialidad de su creador, Lucas Varela, en el universo del Noveno Arte.

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