Freír, cocer o preparar una tortilla: este es el tipo de patata que necesitas

La patata es uno de los alimentos que no puede faltar en cualquier cocina de nuestro país. Y es que los datos de un estudio que llevó a cabo el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente del Gobierno de España en 2017 indicaron que los españoles consumían unos 30 kilos del alimento cada año.

No solo el rico sabor de este alimento hace que anualmente comamos varios kilos de él, también la versatilidad que presenta en la cocina, que provoca que pueda tener presencia en muchas recetas. Lo consumimos en la tortilla de patatas, en un aliño, en un guiso o como acompañamiento de un plato principal, fritas o cocidas.

Aunque, en ocasiones, freímos (o cocemos) las patatas para consumirlas como guarnición y, cuando ya están preparadas, no están crujientes, presentan un color demasiado oscuro o no tienen esa textura que buscábamos. Quizá hayamos cometido un error cocinándolas, aunque también podríamos haber elegido mal el tipo de patata.

Es común pedir en la frutería patatas "para freír" o "para cocer", aunque, realmente, no sepamos qué variedad estemos comprando. Vamos a ver distintos tipos que se recomiendan si las vamos a cocinar de estas maneras, para así elegir la que más se adapte a nuestros gustos:

Para freír

Como apuntan en El País, si buscamos que la patata, después de freír, presente una textura crujiente, debemos comprarlas nuevas, mientras que si preferimos que se queden doradas y estén un poco blandas, podríamos optar por las semitardías.

Sobre el tipo concreto de la patata, la Agria es la más recomendable, aunque en el citado medio también mencionan a la Spunta, además de a otras variedades que no son tan conocidas, como la Baraka, Nagore, Caesar o Bintje.

Para cocer

Desde El País señalan a la Spunta, que tiene un sabor suave, como una de las mejores opciones, aunque la Red Pontiac, variedad que por fuera es roja y, por dentro, presenta una textura arenosa, igualmente es recomendable, así como la Kenebecc, conocida como la 'patata gallega'.

Otras variedades como la Jaerla o la Desirée también son interesantes, aunque son más complicadas de encontrar.

Para preparar una tortilla se debe elegir una patata que sea para cocer; además, se recomienda que esta sea nueva.

Las patatas que mejor se conservan

Si compramos patatas nuevas deberíamos cocinarlas pronto, pues estas se conservan peor que las viejas, ya que tienen más humedad. Sea cual sea la variedad, deberíamos almacenarlas en un saco de tela o una caja de madera (que tenga rendijas) y guardar este en un lugar oscuro, por ejemplo, en una despensa. Donde no es aconsejable guardar este alimento es en la nevera.