Con Cuchillo y Tenedor

Por este motivo los expertos recomiendan echar un chorrito de limón a las lentejas

Estofado de lentejas.

Estofado de lentejas. / M. G.

El guiso de lentejas es uno de esos platos que comienza a ganar protagonismo a medida que llega el otoño, pues coincide que el alimento se pone de temporada con esa bajada en las temperaturas que provoca que apetezcan más las opciones que, además de alimentarnos, nos calienten, como los potajes, las cremas o las sopas.

Entre esos platos que llegan de la mano del otoño, el guiso de lentejas es uno de los favoritos para muchas personas, no solo por su rico sabor, sino también por todos los nutrientes que nos aporta. Como indican desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), esta legumbre es muy rica en proteínas. Además, entre los minerales que contiene encontramos el magnesio, el yodo, el fósforo, el zinc y el calcio, aunque destaca la presencia de potasio, pues unos 100 gramos del alimento nos proporcionan el 30% de la cantidad que se recomienda ingerir cada día del nutriente.

Las lentejas también contienen vitaminas del grupo B y nos aportan fibra, por lo que son un alimento recomendado para adelgazar, ya que esta hará que nos sintamos más saciados y, por lo tanto, que ingiramos menos calorías a lo largo del día.

Este alimento es famoso por el contenido de hierro que nos proporciona, aunque nuestro cuerpo tan solo es capaz de absorber una pequeña parte. Cuando este mineral proviene de origen animal, sin embargo, lo asimila mejor, reteniendo entre un 10 y un 25% del nutriente, mientras que cuando proviene de origen vegetal el porcentaje se encuentra entre el 2 y el 5.

Sin embargo, existe un truco para absorber más cantidad de hierro y aprovecharnos así de los beneficios que nos aporta este nutriente. Como apuntan desde la OCU, para lograrlo debemos tener como aliada a la vitamina C, por eso recomiendan combinar la ingesta de la legumbre con fruta o con una ensalada de pimientos o tomate. Mario Sánchez, tecnólogo de los alimentos, apunta al limón o a la naranja, como indica en el diario El Español.

Echar un chorro de limón a las lentejas ayudará a asimilar mejor el hierro que aportan las legumbres

Por lo que un gesto tan sencillo como exprimir un limón sobre nuestro plato de lentejas puede traernos muchos beneficios, como explica Mario Sánchez en el citado medio. "Desde el punto de vista nutricional es top. Porque ayuda a asimilar mejor ese hierro de origen vegetal, que es el que más nos cuesta asimilar. Entonces, en combinación con vitamina C, con limón, una naranja de postre, vendría muy bien para absorber mejor el hierro".

El kiwi, la frambuesa, el pomelo o la mandarina también son ricos en vitamina C, por lo que acudir a cualquiera de ellos para tomar de postre después de unas lentejas también sería interesante para absorber mejor el hierro que contiene la legumbre.

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