En medio del debate sobre el reciclaje, hay diversas corrientes de investigación que apuntan que habría que rediseñar la estrategia porque, por ejemplo, el reciclado del plástico es muy caro y hay datos que así lo certifican porque más del noventa por ciento de este material nunca se ha reutilizado. Existen estados que queman la mayor parte de estos tipos de residuos y no toman medidas como Suecia, que tiene menos de un uno por ciento de sus desechos en los vertederos.

Hay numerosos estudios que certifican que numerosos países queman seis veces más plásticos del que se recicla. Asimismo, Japón, Canadá o Reino Unido, entre otros, exportan estos residuos a las naciones asiáticas. Por lo tanto, se demuestra con estos datos de que hay muchos territorios que no tienen infraestructuras para incinerar o reciclar con unas calidades y deben buscar soluciones para disminuir significativamente la producción del plástico.

Por ello, hay investigadores que instan a la ciudadanía a reducir la cantidad de plástico que se compra o a reutilizar los artículos de un solo uso para prolongar la vida. Otra solución sería elaborar bioplásticos a partir de desechos alimentarios como las cáscaras de la patata o del plátano, así como los que son biodegradables en abono doméstico.

No comprar plástico

La principal recomendación que se hace por parte de los científicos es que la mejor forma de reducir el desperdicio de plástico es no comprarlo. Se recomienda encarecidamente que se compre en tiendas a granel, que se tenga una botella de agua de acero inoxidable siempre, un juego de cubiertos reutilizable, una bolsa de mano que se pueda usar siempre, tal y como hacían las personas en décadas pasadas.

También, se destaca que se apueste por el comercio local para comprar productos cercanos, que se promuevan actividades para fomentar en las escuelas y en los vecindarios la disminución de la utilización del plástico desde los más pequeños hasta los más mayores o que se apueste en las empresas por el uso de cajas de cartón antes que el plástico a la hora del transporte de productos o de mercancías.

Estos debates son muy importantes ya que, se está observando como la contaminación está afectando notablemente a la naturaleza. Aunque hay concienciación en las nuevas generaciones, todavía queda mucho trabajo por hacer para que no continúen los problemas en torno a los residuos y su posible reciclaje.

Muchos países siguen contaminando y no hay una estrategia clara para detener el cambio climático. Mientras, prosigue la desertización de millones de kilómetros cuadrados en muchos puntos de la Tierra y el calentamiento global, provocando la desaparición de las especies animales y cambios sociales y económicos como la emigración de las personas porque no hay recursos naturales en los lugares donde nacen y crecen.