El debate en Sevilla giraba ayer en torno al descenso del Betis y hasta en las filas de su eterno rival se pronunciaron sobre el mismo. Manolo Jiménez, técnico sevillista, lamentó el descenso del equipo bético y deseó que el Betis recupere pronto su lugar en Primera División.

"Tengo familiares béticos, como en todas las familias sevillanas. ¿En qué familia no hay diversidad de colores? Sinceramente, yo que me considero una persona muy sentimental y pasional, me pongo en la piel de los béticos viendo imágenes en televisión de cómo quedaron los aficionados y realmente se me pone la piel de gallina y para nada me alegro, de corazón. Tienen que estar pasándolo mal porque yo en su lugar estaría igual", señaló el técnico, que tampoco quiso profundizar en las causas del descenso: "Las personas que estamos en el Sevilla no podemos aportar mucho ni podemos opinar de algo que ellos tienen que manejar con sapiencia y mucha cautela. El Betis tenía muy buena plantilla y está en Segunda. Hay que darles ánimos porque el Betis tiene que estar en la Liga española y no considero que sea el 18 de la Liga, tenía que haber estado mucho más arriba".

La afición del Betis señala a Lopera como máximo responsable de la situación generada, pero Jiménez tampoco apuntó a nadie en su análisis. "No quiero opinar de eso, porque no estoy dentro de esa casa. Y creo que Lopera ha hecho un gran desembolso con los fichajes, los profesionales se han dejado la piel en el campo y no ha salido... Algo tiene que haber. El fútbol es tan complejo que muchas veces dos más dos no son cuatro. Son los profesionales los que tienen que analizar qué ha ocurrido, porque han estado cuatro años jugando con fuego y de eso sí que habría que hacer un análisis profundo", comentó el arahalense, que insistió en su mensaje a los aficionados verdiblancos: "Respeto mucho al eterno rival y cualquier apreciación puede ser mal entendida. Como sevillista que soy, como forofo que soy de mi equipo, me pongo en la piel de los aficionados del Betis y tienen que estar rotos".