El Betis opositó a la derrota (2-1)

Crónica

Debió ganar un partido que no mereció y que se empeñó en perder en los minutos finales cuando controlaba. con diez. Rubén Castro marcó antes de que lo hiciera Toché dos veces

El Betis opositó a la derrota (2-1)
El Betis opositó a la derrota (2-1)
Javier Mérida / Cartagena

Cartagena, 20 de noviembre 2010 - 20:16

La segunda derrota del curso resultó especialmente dolosa. El Betis, que sin hacer nada del otro mundo, controlaba el partido y lo ganaba incluso con diez jugadores, se hizo una especie de haraquiri, propiciado por un falta de Arzu sobre Toché, y en cuestión de tres minutos regaló los puntos al Cartagena.

El final del partido fue tan absurdo como intenso. Beñat se había autoexpulsado a falta de un cuarto de hora y hasta con diez se mantenía el Betis libre del acoso cartagenero. Todo hacía indicar que la victoria, con la ley del mínimo esfuerzo, caería del lado de un equipo que, al verse en inferioridad, había apretado los dientes y contenía las ínfulas atacantes de un Cartagena que hoy no es nada.

Pero una falta absurda de Arzu sobre Toché en la media luna iba a resultar fatal. El propio ariete rival la transformó con potencia y, encima, su equipo cogió el brío que le había faltado durante todo el choque. Vio al Betis tocado, dubitativo y fue a por él. Dos minutos después, un saque de esquina en corto mal defendido dio con los verdiblancos en la lona.

Un Betis que sólo en esos instantes previos al empate pareció estar metido en el partido. Porque en justo pero torpe mimetismo con el ambiente, algo frío y con los graderíos semivacíos, el Betis entró al partido atolondrado, sin saber muy bien qué hacer y quizá desconcertado en el mediocampo por las posiciones de los rivales y por la movilidad de éstos en la zona ancha.

Hay que reseñar que el equipo que confeccionó Pepe Mel pareció un tanto cogido con alfileres. Si las lesiones de Emana e Israel le habían impelido a dar la alternativa al joven Ezequiel, luego él decidió una nueva variante para esa siempre controvertida banda derecha, la entrada de Juande para buscar más presencia de Salva Sevilla en la zona donde sus pases son de gol. Además, la defensa, en la que repetía Isidoro, se veía sacudida por una tortícolis que dejó a Dorado KO y sin posibilidades de jugar.

Con todo, no sufrió el equipo verdiblanco en demasía frente a un Cartagena que se plantó bajo un patrón poco habitual, un 4-1-3-2 en el que sorprendió la posición de Longás, algo tirado a la derecha. La presencia del exquisito medio ex zaragocista volcó todo el juego hacia ese lado, aunque Juan Ignacio Martínez debió pensar lo mismo que Mel en el caso de Salva Sevilla y al cuarto de hora situó a Muñoz como interior derecho y a Longás, justo por delante de Mariano para que el Cartagena, si bien poco profundo, se adueñara un tanto del balón y de la suerte de un partido disperso y atiborrado de interrupciones por pequeñas lesiones.

Sólo Víctor, con su zigzagueante fútbol, yendo de lado a lado del ataque, logró desajustar mínimamente a la zaga verdiblanca, que encontró, eso sí, graves problemas en la salida del balón. Por la derecha le resultó imposible con Isidoro, Miki Roqué y Juande en una posición de interior a la que no acabó de tomarle el pulso, de ahí que a veces se enrabietara y, al menos, tratase de ir a balones casi imposibles en ataque. Por la izquierda, el hándicap de Belenguer a pierna cambiada tampoco fue suplido por nadie ante la extrecha vigilancia que Mariano y Muñoz prestaban a esa zona.

Así, como cortocircuitado y preso de un rival que también supo meterle un punto más de volumen al partido, el Betis se diluyó y apenas Rubén Castro y Ezequiel trataron en alguna contra de pisar el área de meta de Casilla, que sólo inervino al lanzarse a los pies del canario en el único pase interior que fue capaz de enjaretar Salva Sevilla.

El Betis, al menos, logró irse al vestuario sin sangre alguna pese a hacer despachado un puñado grueso de minutos inocuos que últimamente vienen siendo habituales.

Las asimetrías y los futbolistas descolocados continuaron en la segunda mitad. Longás volvió a la derecha, Mel sacó pronto del campo a Ezequiel y dio entrada a Beñat. Con Salva Sevilla, ahora en la izquierda, el Betis mejoró. Tuvo más el balón y fruto de una buena combinación entre Nacho y Rubén Castro incluso se adelantó en el marcador.

El Cartagena acusó el gol del canario. Seguía sin acercarse apenas a los dominios de Goitia y ni la expulsión de Beñat a falta de un cuarto de hora pareció motivo de preocupación. En ese mismo minuto, como estaba previsto, entró Arzu por Jorge Molina e iba a ser el nazareno el causante sin pretenderlo de la debacle. Una falta que pudo haberse evitado sobre Toché derivó en el empate e hizo hombre a un Cartagena que en dos minutos empujó más que en todo el choque hasta hacerse con el partido.

No mereció ganar el Betis, pero debió haberlo hecho si no media esa jugada absurda que lo desquició. Aunque si preocupante es siempre una derrota, más lo es el bajón de juego del equipo, al que hoy sostiene sólo su pegada.

- Ficha del partido:

2 - Fútbol Club Cartagena: Kiko Casilla; Expósito (Goiria, m.80), Cala, Cygan, Clavero (Keko, m.71); Mariano Sánchez, Longás, Iñaki Muñoz (Lafuente, m.61), Botelho; Víctor y Toché.

1 - Real Betis Balompié: Goitía; Salva Sevilla (Roversio, m.89), Miki Roqué, Belenguer, Isidoro; Juande, Iriney, Nacho, Ezequiel (Beñat, m.53); Rubén Castro y Jorge Molina (Arzu, m.76).

Goles: 0-1, m.61: Rubén Castro. 1-1, m.86: Toché. 2-1, m.88: Toché.

Árbitro: Santiago Jaime Latre, del comité aragonés. Mostró la tarjeta amarilla a los locales Cala y Toché y a los visitantes Iriney y dos a Beñat, quien fue expulsado en el minuto 75.

Incidencias: partido correspondiente a la décimo tercera jornada de la Liga en Segunda División que se disputó en el estadio Cartagonova de Cartagena ante unos 6.000 espectadores.

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