Los jugadores del Sevilla mostraron su enorme alegría por coronarse campeones de la Liga Europa en Turín tras una final llena de sufrimientos en la que la aparición de Beto fue clave en la tanda de penaltis final.

El propio Beto, llorando con lágrimas de emoción, comentaba sus impresiones a la finalización del choque: "La verdad es que terminó de la mejor manera para el Sevilla, no sólo para mí. Es un orgullo ser parte de este equipo. Dedico esto a mi padre, seguro que estará muy orgulloso de mí".

Preguntado por las palabras que recibió por parte de los otros porteros, fue claro al asegurar el mensaje existente: "Hemos dicho que estaríamos los cuatro en la portería, no sólo yo. Y así fue".

Y el portugués volvió a insistir en sus dedicatorias: "Mi padre se merece esto, mi madre también, toda la familia. Y también el sevillismo; queríamos que el partido terminara porque no teníamos más fuerzas". 

Otro que se mostró muy emocionado tras el encuentro fue Carriço, una pieza clave en el esquema de Emery durante esta competición: "Hemos sufrido un montón desde el mes de julio hasta ahora. Peleamos hasta la muerte, hemos demostrado que somos una familia y la unión ha ganado esta batalla". 

Y otro de los héroes fue Gameiro, que se había quedado sin billete para el Mundial de Brasil pero no dudó en forzar su dañada rodilla para estar presente en los últimos minutos de la cita de Turín. El galo fue claro al hacer referencia al instante en la que decidió participar en esa histórica tanda de penaltis: "Mi rodilla estaba muy mal, pero para el penalti no pensé en nada. Disparé fuerte y fue gol. Es un día muy importante para el club y para nosotros también". 

Ivan Rakitic, capitán del equipo, también tuvo palabras para hacer referencia a la enorme alegría vivida en Turín: "He soñado estar con mi mujer y mi familia, y la gente que quiero; pero vivo el fútbol cada día y soñé con todo esto también. En el fútbol hay que vivir todo esto, porque todo pasa muy rápido. Necesito dar las gracias a mi mujer y a mi hija, que me dan la felicidad".

El internacional croata habló de sus sensaciones tras vencer en la final: "Es difícil explicar lo ocurrido. Se nota que el equipo trabajó mucho. Cristóforo, con un ligamento roto, está celebrando la victoria y olvidando los dolores. Lo merecemos". Por último, habló de sus pensamientos cuando encontró el triunfo: "He pensado solamente en mi hija y mi mujer. Me dan mucha fuerza. No tenía fuerzas, es inexplicable, necesitaba silencio y estar solo".

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