Todavía no ha empezado oficialmente la temporada y ya se le complican las cosas a Unai Emery. Si el francés Kevin Gameiro se lesionaba el lunes en su primera sesión de trabajo con sus nuevos compañeros, el susto lo daba ayer Beto, el guardameta portugués que casi está solo en los planes del cuerpo técnico y la dirección deportiva, pues no está nada clara la continuidad de Javi Varas.

Con el enfrentamiento ante el Mladost Podgorica a la vuelta de la esquina (mañana jueves), la imagen de Beto retirándose del entrenamiento vespertino de ayer supone un serio contratiempo para un equipo que se juega mucho en la eliminatoria, aunque la entidad del rival haga pensar que el Sevilla no tendrá problemas para pasar a la siguiente fase en la clasificación de la Europa League.

El portero sintió molestias "en la zona del peroneo" y, por precaución, no continuó en una sesión que tampoco completó Marko Marin. Pero quizá el asunto de Beto preocupe más. Mientras los médicos aseguran que hay que esperar la evulución, el Sevilla, aunque de puertas afuera diga otra cosa, no cuenta ni con Javi Varas ni con Julián. El problema con el primero es su alta ficha, no asumible para la inmensa mayoría de los clubes de Primera y, por supuesto, para todos los que lo pretenden. Con Julián su futuro es una cesión. Mientras, Monchi rastrea el mercado, pero espera una solución antes.

Así, con la duda confirmada hasta última hora de Beto, Emery va aclarando dudas respecto a su primer once en un partido oficial. Sin Medel, sancionado, ni Kondogbia, que se incorpora el viernes, la incógnita está en el centro del campo, mientras el club informaba ayer de que Gameiro estará "una semana de baja" por culpa de una "lesión de grado 1 en el abductor medio de la pierna izquierda".

Por último, el Sevilla informó ayer que Fazio completó la sesión y que Trochowski, que ya tocaba balón desde hace unos días, incrementó su volumen de trabajo.