Capi, el adiós de la emoción

Corría el minuto 74 cuando el cuarto árbitro enseñó el dorsal 14 para realizar el último cambio bético. Heliópolis, que hasta ese momento desprendía un clima bélico, se paralizó. Todo el estadio se puso en pie para despedir a Jesús Capitán Prada, Capi. Uno de los suyos, de los que siente en verdiblanco decía adiós a su equipo del alma y el bético, olvidando el drama del descenso, se rindió ante un jugador que hasta el último momento lo dio todo.

"Fue un momento especial, una sensación única, de esas que sólo se conocen cuanto te ocurren. No me pude contener, porque el Betis forma parte de mí y la respuesta de la afición fue increíble. Siempre me han tratado con mucho cariño y respeto, pero lo del sábado fue demasiado", asegura un Capi que, justo en la semana en la que se presenta su biografía, se despide con la espina clavada de dejar a su Betis en Segunda: "Eso es lo que más me duele, como bético y como profesional. Este equipo es de Primera y no lo hemos podido dejar donde se merece".

Muchas anécdotas quedan en el recuerdo de una trayectoria de principio y final en el Betis. De cuando Lorenzo Serra, en su primera etapa, le dio la ocasión de entrenarse con el primer equipo e incluso debutar, a su marcha al Granada a ganarse la vida. Precisamente, el descenso posibilitó su repesca por el Betis y lideró aquel ascenso. "Son muchos años y muchas cosas que se te vienen a la cabeza. Serra, Fernando Vázquez, Juande, Víctor, Chaparro... Han sido entrenadores muy importantes para mí. No me puedo quedar con sólo una cosa", asegura el camero, que cumplió una de sus ilusiones al ser capitán en su último partido: "Fue un detalle de los compañeros. Es cierto que por unas cosas u otras nunca he sido capitán, algo que me hubiera gustado".

Una década en verdiblanco con más de 300 partidos oficiales, cuatro presencias con la selección y su liderazgo en el campo le dieron el reconocimiento de la grada. CurroCapi de Camas ya forma parte de la leyenda de históricos del beticismo.