El preparador físico del Betis Carmelo del Pozo considera que los problemas de Emana y su falta de ritmo en los partidos, hasta ahora disputados -en los que aún no ha completado los 90 minutos- se deben a “una cuestión de adaptación”. Para Carmelo del Pozo el calificativo de “anárquico” con el que se está catalogando al camerunés no es el más apropiado porque según asegura es un jugador con mucha predisposición”.

“Emana es un jugador especial, pero no anárquico. Viene de un equipo en el que era el jugador estrella y se tiene que ir adaptando al ritmo y cultura de nuestra Liga y de la ciudad. Lo que más destaca de él, además de su portentoso físico, es su predisposición de trabajo”, argumentaba en declaraciones a Canal Sur Radio.

Del mismo modo, el preparador físico bético excusaba esa falta de ritmo mostrada por Emana en los últimos choques ligueros en los “problemas”, tanto físicos como documentales, a los que está teniendo que plantar cara desde su llegada a España.

Del mismo modo, Del Pozo dejaba claro -en relación a la sustitución de Emana en los primeros 45 minutos- que “el enfado” del futbolista ante el cambio se debe entender como una muestra de su ilusión por jugar.

“¿A qué jugador le sienta bien que le cambien?, pero yo creo que eso es bueno porque muestra que el jugador quiere jugar aunque eso significa que el futbolista tenga que ver que no está dando lo que el entrenador le pide y por eso sale”, aseguraba.

Por otro lado, Del Pozo también valoraba la “falta de intensidad” del internacional Sergio García que llegaba al Betis con el cartel de gran jugador y que hasta el momento no ha conseguido desplegar su valía. Del mismo modo, para Carmelo del Pozo es sólo “una falta de adaptación a la dureza del juego” que practica Paco Chaparro.

Finalmente, el preparador físico del Betis analizaba la derrota del domingo en el Ruiz de Lopera ante un Deportivo que supo aprovechar muy bien la debilidad bética ante el primer gol encajado por en la portería local. A este respecto, Del pozo se mostraba contundente asegurando que “no se puede ganar antes de jugar” y que además que “un partido se tiene que jugar hasta el final sin desmembrarse ante un 0-1”.