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Cerrojazo en la puerta

  • El Sevilla ha querido zanjar el debate de la portería en la presente temporada. El club confía en los metas canteranos, quienes renovaron en un breve lapso de tiempo en el año en curso.

Por primera vez en cinco temporadas, a la portería del Sevilla no hay quien le ponga un pero. Sin debates en el horizonte cercano, se ha dado por fin cerrojazo a la puerta. El equipo deportivo y los técnicos del club parecen tenerlo claro y han coincidido en que los hombres que habrán de defender la meta en la temporada 2015-16 sean Beto y Sergio Rico, Sergio Rico y Beto. A estas alturas de la pretemporada, sin un titular fijo conocido, tanto monta y monta tanto.

Al margen de quién termine ganándose la camiseta en los onces iniciales -el que se enfunde la elástica titular en la final de la Supercopa de Europa del próximo 11 de agosto será sin duda una primera pista- lo que sí parece claro es que el club sevillista ha pretendido guardarse las espaldas en la demarcación de portero para el presente curso, de modo que no se repitan los ciertos revuelos vividos en el pasado como las personificadas en las figuras de Diego López, Mariano Barbosa o el propio Javi Varas.

Ya lo advirtió el director deportivo sevillista, Monchi, durante la presentación de Mariano Ferreira hace pocos días. "La portería está bien cubierta y no buscamos portero", zanjó el ex guardameta de San Fernando al ser preguntado por los medios de comunicación. Naturalmente, se trata de que la plantilla no registre fugas ni se planteen dudas como las generadas últimamente en las posiciones de central, delantero e incluso de medio centro.

Con los deberes prácticamente concluidos en el apartado de refuerzos, a falta de esos movimientos agosteños de última hora, puede afirmarse que es la portería la que menos inquietud despierta en los despachos de Nervión. Para eso, ya se hizo cargo la dirección deportiva de procurar la renovación de prácticamente todos los porteros de la entidad blanca y roja. Beto, Sergio Rico, David Soria, José Antonio Caro y Juan Soriano firmaron sendas renovaciones en el breve periodo de cinco meses a lo largo de la campaña anterior. Una señal inequívoca de que se quiere dar estabilidad en el marco.

El club confía sobre todo en sus porteros canteranos. Así se desprende de los términos en que se cerró la última renovación de Beto, ajustado a una serie de requisitos de no difícil cumplimiento. Tres fueron los años que firmó el meta portugués a finales de la pasada temporada, aunque el contrato contenga ciertas cláusulas vinculadas a objetivos que podrían romper el acuerdo de modo unilateral, como ocurrió en el caso de Barbosa. En el caso de que sucediese, el club no se vería obligado a abonar el global de los tres años al jugador.

La política deportiva del Sevilla continúa adaptándose a los tiempos y a las exigencias que la competición va demandando. Si hay algo cierto es que el club no desea revivir situaciones pasadas en una de las posiciones que más confianza y continuidad requiere. Recuérdese el ejercicio 2011-12, en el que se repartieron los guantes Andrés Palop y Javi Varas. Ni el valenciano -más habitual en la segunda vuelta- ni el de Pino Montano disfrutaron de la necesaria continuidad.

Algo semejante sucedió al curso siguiente, 2012-13, cuando Palop y Diego López se dividieron bajo el marco sevillista en la primera vuelta. En la segunda vuelta, la marcha de Diego López al Real Madrid obligó a la contratación en el mercado de invierno de Beto, quien se hizo fijo durante la segunda vuelta.

La temporada 2013-14 fue la del regreso de Javi Varas a la competencia con Beto, siendo el luso quien se ganó casi desde el comienzo la confianza de Unai Emery, algo que habría reeditado la temporada anterior si no es por la lesión que dio la oportunidad al portero canterano Sergio Rico, tras caer Mariano Barbosa en el ostracismo. De aquella inestabilidad a la seguridad que el club ha pretendido para la campaña que iniciará oficialmente el próximo 11 de agosto.

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