Falta poquito, apenas un mes largo, para que se cumpla un año de la cesión que más comentarios ha levantado en los últimos tiempos en el Sevilla. La marcha de Luis Alberto al Barcelona levantó muchas ampollas entre los partidarios más acérrimos de la cantera, pero especialmente por la opción de compra que se incluyó en el acuerdo entre los clubes.

Ahora, a falta de días para que se cumpla el plazo dentro del cual el Barcelona debe comunicar oficialmente al Sevilla que va a ejercer tal cláusula de compra, todas las partes asumen que el jugador va a volver a la disciplina nervionense. Si el plazo termina al final de este mes, en la tercera planta del Sánchez-Pizjuán no se ha recibido ninguna respuesta y en el Nou Camp da la sensación de que las condiciones económicas de la operación no aconsejan una inversión que se irá a los 7 u 8 millones de euros. El propio Luis Alberto está hecho a la idea de que no seguirá en el Barça la próxima temporada. Al menos eso se intuye de las declaraciones que ha hecho de Semana Santa para acá. Y, por último, Unai Emery no para de repetir que cuenta con él en la plantilla del próximo proyecto.

Pese a su espectacular temporada en el filial azulgrana, en la que lleva puesto firma a 11 goles y a 18 asistencias, y a que han quedado gratamente sorprendidos con su rendimiento, difícilmente puede tener sitio Luis Alberto en el primer equipo del Barcelona. Pese a que Eusebio Sacristán suspira para que se quede, el club debe mirar al futuro y tiene el puesto supercubierto. Piensan que aunque podría debutar en Primera División, tampoco asegura nadie que tuviera un recorrido suficiente como para que el club se embarque en una operación que al final es muy costosa. Aunque el Barça tendría que pagar ahora 4 millones de euros al hacer efectiva la opción de compra, los bonus posteriores (un millón por número de partidos más el 30% de una venta) tendrían que ser abonados en su integridad si el futbolista fuera traspasado en alguna de las próximas cuatro temporadas, con lo que al final en el Barça las cuentas no salen. Sólo sería un negocio si las sensaciones fueran que Luis Alberto podría asentarse en el primer equipo, pero ni siquiera ha debutado este año y, por comparar, tampoco puede decirse eso de Deulofeu, un jugador que tiene más cartel que el de San José del Valle en Can Barça.

De esta forma, aunque aún quedan 23 días de incertidumbre hasta el 31 de mayo, cada vez se esperan menos sorpresas en este asunto. El Barça no ha dicho nada y, por cortesía, tampoco debería hacerlo el último día, así que sólo quedaría el intento de una negociación a la baja, pero precisamente el hecho de que no se haya pronunciado casi descarta que haya un intento de este tipo, al margen de que el Sevilla tiene claro que no va a aceptar ninguna excepción en el tema de Luis Alberto. Las condiciones están pactadas y, salvo sorpresa, Del Nido y Monchi no se van a salir de lo redactado en los documentos.

Aún hay que esperar para darlo por hecho, pero la vuelta de Luis Alberto, uno de los regresos más esperados por la afición de los últimos años, está cerca de producirse pese a los temores y comentarios que provocó su cesión al Barça.