Da igual la versión, ganar, ganar y ganar (1-0)
Liga bbva
El Sevilla también se impone a la Real Sociedad con Emery metiendo a siete futbolistas nuevos respecto a Córdoba. Deulofeu marca un gol muy pronto y después su equipo es superior a pesar de algunos altibajos.
Unai Emery apostó al doble o nada y confió en el nivel que ofreció su equipo frente al Feyenoord para darle una nueva oportunidad a la versión B de la plantilla. Siete futbolistas nuevos respecto a la alineación inicial frente al Córdoba, sólo se mantenían Tremoulinas, Pareja, Krychowiak y Bacca, y el Sevilla volvió a hacer buena la famosa frase de Luis Aragonés. "Ganar, ganar y ganar", dijo el malogrado Sabio de Hortaleza y añadió que podía añadirles todos los "ganar" que quisiera la audiencia. El Sevilla le hizo caso al que fuera su entrenador y le añadió un quinto "ganar", pues ya son cuatro triunfos consecutivos en la Liga y uno en la Liga Europa. Está claro que esta vez los riesgos eran mayores, que enfrente estaba la Real Sociedad, un rival de mucho más nivel que un conjunto de la Eredivisie holandesa, pero dio igual. Al final, el resultado fue el mismo, triunfo de los nervionenses y más partidos para muchos de los hombres de la plantilla a los que Emery quiere tener enchufados desde el arranque del ejercicio.
Todo eso fue lo que consiguió el Sevilla en la noche de ayer a pesar de los lógicos altibajos que se produjeron durante el litigio. Está claro que el equipo podía sufrir, entre otras cosas porque la Real también juega y no está formada precisamente por un grupo de patanes. Pero, por encima de esos momentos de duda, el cuadro de Emery no sólo añadió los tres puntos a su casillero clasificatorio por el gol que metió Deulofeu y que no fue neutralizado por ninguno de los donostiarras, también se hizo merecedor a esa victoria si se recurriera al tópico del boxeo, en el que los puntos deciden en caso de no haber K.O.
Empezando por el principio, resulta evidente que Emery acabó encantado con el debut europeo del pasado jueves contra el Feyenoord. El técnico incrementó su osadía a la hora de conformar de nuevo un equipo con siete novedades en el once inicial, aunque esta vez una de ellas fuera la presencia del guardameta, lógicamente con menor desgaste físico que los futbolistas de campo. Beto, Figueiras, Kolodziejczak, M'Bia, Deulofeu, Banega y Reyes, nada menos que siete de los titulares, tenían sitio en el equipo inicial en ese objetivo de su entrenador de implicar a todos ellos, algunos muy importantes con vistas al futuro. Da igual que Aleix Vidal esté en un momento extraordinario, da igual que Carriço ejerza de líder un día sí y otro también, y así sucesivamente, entre otras cosas porque este Sevilla, no se olvide, viene de ganarlo casi todo...
El vasco le ha lanzado desde muy pronto el mensaje a su plantilla de que todos son importantes y sus hombres lo agradecen, por supuesto que sí. La diferencia, evidentemente, estaba en que esta vez el rival era mucho más complicado para andar con ese tipo de apuestas. La Real es varios puntos mejor que el Feyenoord y jugar con esa versión B conllevaba sus riesgos. Sin embargo, el arranque no pudo ser más prometedor para los fieles de la causa nervionense. Su equipo jugaba rápido, presionaba y hasta se llegaba a gustar en algunas acciones. Además, pudo ponerse por delante en un golpe franco lanzado por Pareja que hizo que Zubikarai se luciera.
Ni siquiera el susto provocado por Chory Castro en una pérdida de Banega le echó agua al ambiente que se vivía en el Sánchez-Pizjuán. El Sevilla buscaba el juego ofensivo por múltiples vías y acabó hallando el premio muy pronto. Pareja se salta la presión del rival, conecta con Reyes, éste abre a la banda para la llegada de Tremoulinas y el centro del francés lo empala Deulofeu con tremenda violencia con el interior del pie. Uno a cero para un Sevilla que se enardece y es capaz de zarandear a una Real Sociedad que parece incluso sorprendida. Porque, en puridad y aunque se sepa que no es así con exactitud, juegan los suplentes de Emery contra los titulares de Arrasate.
El Sevilla pudo rematar la tarea en esa fase, pero después fue perdiendo gas debido a lo rápido que regalaba la pelota. Fue un cúmulo de varias cosas que se meten en una coctelera y conducen a los peores minutos de los blancos. Uno, la ansiedad por llegar a situaciones de gol demasiado pronto, algo que con uno a cero debe ser ya manejado con más inteligencia; dos, el bajón físico que experimentaba un M'Bia que comenzaba a acusar que le falta algo de rodaje; tres, errores de entrega por parte de Figueiras, sobre todo, lo que generaba dudas atrás; cuatro, algunas faltas absurdas de Kolodziejczak por protegerse con las manos en los choques; cinco, Bacca no era capaz de aguantar ningún balón de espaldas y buscaba desmarques en pos de hacer un gol; seis, Deulofeu demuestra que su principal problema tal vez resida en la lectura del juego en cada momento concreto; siete, Banega...
El caso es que el Sevilla tuvo un final del primer periodo dubitativo, aunque sin sufrir llegadas por parte del rival, eso sí. Pero peor aún sería en el arranque tras el intermedio, pues ahí Pareja tuvo que salvar ante Chory Castro y después Beto en una falta rozada por Zaldua. Y punto final para los agobios para el Sevilla.
Desde ese momento, tal vez coincidente con una jugada individual de Deulofeu sin remate final, se volvió a engrandecer el Sevilla y el resultado debió ensancharse un poco más. Sobre todo cuando entraron en el campo Aleix Vidal y Denis Suárez, particularmente Denis Suárez, para que los anfitriones mandaran desde entonces. Zubikarai se tuvo que lucir otra vez en un cabezazo de M'Bia en un córner y lo volvió a hacer ante Aleix Vidal en una gran jugada de Denis Suárez y Iago Aspas. El Sevilla, como no podía ser de otra forma, también sufrió algún susto, aunque para algo tiene a Krychowiak, para poner el turbo e impedir que Carlos Vela se plantara solo ante Beto.
Hubiera sido una tremenda injusticia, de cualquier forma, pues el Sevilla se había hecho acreedor a los tres puntos con su paso adelante cuando más sufría. Tres puntos más, 13 en total, y lo más importante: "Ganar, ganar y ganar y todas las veces que haga falta", sea con la versión A o con la versión B.
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