Deficiente ejecución técnica

Decía Manolo Jiménez que la defensa es la línea que menos hay que tocar. Incluso era reticente a cambiar un defensa si no era por lesión, porque a lo largo del partido les cogía el aire al ritmo y los tiempos de su marca. Unai Emery diseñó un plan estratégico y táctico casi perfecto, aunque optara por variar, una vez más, el eje de su defensa, además de la habitual rotación de los laterales, lógica por el desgaste de su función de carrileros. Y el plan casi le sale. Le falló a la buena idea del entrenador una adecuada ejecución técnica. Éste fue especialmente deficiente en las dos áreas. A los numerosos errores en la contraria se unieron dos aislados en el eje de la zaga y por ahí se le fue al Sevilla su primer triunfo a domicilio del curso.

DEFENSA

La inclusión de Fazio en la defensa está siendo un problema. En las dos ocasiones que Unai Emery ha alineado al argentino, nítidamente fuera de forma, ha habido fuegos su alrededor. No es que Fazio fuera culpable directo de los dos goles del Rayo, tras dos buenos centros de Embarba y Bebé, pero él salía en la foto. Antes de los goles, el Sevilla fue contundente y se mostró pétreo, salvo, oh, casualidad, en un centro al área que Miku le ganó con el cuerpo a Fazio fácilmente, originando un disparo diáfano de Jozabed. El Sevilla comenzó a sufrir cuando, con los cambios, Paco Jémez ensanchó el campo y llegó más por fuera. Bebé y Embarba hicieron trabajar a los laterales. Gracias a la sobriedad de N'Zonzi, la generosidad de Cristóforo y las ayudas de los interiores, había sido inexpugnable por el centro, pero ahora había más espacios, no sólo por los pasillos exteriores, también por los interiores. Fue a más esa sensación cuando, tras el 2-2, el partido se abrió a una alocada ida y vuelta.

ATAQUE

Pese a lo que pudiera parecer por un once con Iborra en lugar de Banega, el Sevilla no abusó del balón largo para saltar la presión rayista. Lo hizo, muchas veces, pero de otro modo, raseando, con medidas diagonales de N'Zonzi, Fazio, Cristóforo... en busca de Vitolo, Krohn-Dehli, Iborra... Los mediapuntas le daban rápida continuidad al juego para acelerar el ataque y terminar de sorprender al temerario Rayo. Además, las continuas fricciones, con Cristóforo en muchos frentes, ocasionaron multitud de faltas y saques de esquina. Pero de 17 córners, diecisiete, el Sevilla sólo fue capaz de convertir en gol uno, el del 0-1, que necesitó suspense, en el error del meta Juan Carlos al buen cabezazo de Gameiro, el intento de Coke y el posterior remate de N'Zonzi. A la contra, por abajo, Vitolo rompió líneas, pero estuvo mal en el último pase, como en un excelente servicio de Fazio. Las llegadas fueron numerosísimas y hubo dos clamorosos errores: el de Iborra para el 0-3 y el del árbitro al no pitar un penalti para el 1-3. Ya con Banega y Konoplyanka, faltó temple.

VIRTUDES

Buen planteamiento. Y no pierde.

TALÓN DE AQUILES

Demasiados errores individuales.

UNO POR UNO

Sergio Rico Sufre en los balones laterales y debió salir en el 1-2. Ese centro era para él.

Coke Muy metido, serio atrás y ayudando a salir. No supo evitar el centro de Embarba en el 1-2.

Rami El jefe no debe consentir que le cojan dos veces la espalda a su defensa.

Fazio Empezó dubitativo y acabó retratándose, sobre todo al no tirarse a despejar a córner el centro del 2-2.

Tremoulinas Partido muy sobrio. Aunque no salió.

N'Zonzi En su línea, dinamizó el juego y participó en el balón parado. Si encima marcó...

Cristóforo Con anticipación y midiendo los espacios. Sufrió cuando se abrió el choque.

Vitolo Vía de peligro (el pase de la gran ocasión de Iborra, otro enorme a Gameiro...), falló pases claros de gol.

Iborra Un feo borrón a un digno partido: tuvo clarísimo el 0-3.

Krohn-Dehli Trabajo sordo. Desperdició muchos córners.

Gameiro Dinámico, inquieto, presionante y rematando.

Banega No templó. Mal.

Carriço Sólo ayudó a tapar.

Konoplyanka Testimonial.