Digard se esfuma y aleja la guinda de Mel

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La dirección deportiva negocia otras alternativas tras renovar el francés con el Niza Las altas fichas de Bodmer, Diarra o Kuzmanovic, dificultades.

Samuel Silva

Sevilla, 30 de julio 2013 - 05:02

El fichaje de un centrocampista de corte defensivo se ha convertido en una verdadera obsesión en Heliópolis, pero, a diferencia de otras posiciones, la dirección deportiva se está encontrando con la imposibilidad de cerrar sus primeras opciones. Si la llegada de Tomás Pina fue imposible tras la irrupción, entre otros, del Villarreal, el club verdiblanco también perdió ayer de vista a Didier Digard, después de que el Niza anunciase la renovación del centrocampista pretendido por Vlada Stosic para colocar la guinda al equipo que dirigirá Pepe Mel por cuarta temporada seguida.

El nombre de Digard era el preferido por los técnicos para completar la plantilla, aunque desde hace semanas se conocía en Heliópolis la dificultad de su fichaje. Y es que su agente comunicó al club verdiblanco que se encontraba en conversaciones para ampliar su vinculación con el equipo francés. La tardanza en anunciar dicho acuerdo hizo albergar alguna esperanza de poder contar con el francés, pero ayer, el presidente del Niza, Jean-Pierre Rivere, comunicó la ampliación de su contrato durante la presentación del conjunto galo en Villa Massena.

Mel viene repitiendo desde hace días la necesidad de reforzar la zona central con un pivote con experiencia, una petición incluso aumentada desde que Lorenzo Reyes cayera lesionado durante la concentración en Montecastillo. El chileno ha visto frenada su adaptación al equipo con este percance e incluso su presencia para los primeros compromisos oficiales continúa siendo dudosa, de ahí que el preparador verdiblanco solicite la llegada de ese refuerzo cuanto antes. La dirección deportiva comandada por Stosic también es consciente de esta necesidad del equipo, pero tampoco se quiere caer en el error de traer un parche que luego ocupe una de las 25 fichas de la primera plantilla. Además, si finalmente se apuesta por realizar una inversión con un traspaso de varios millones de euros, los técnicos quieren estar plenamente convencidos de que significará un aumento de calidad de la plantilla.

Esta circunstancia ha provocado que en Heliópolis se manejen otras fórmulas como la llegada de un jugador contrastado en calidad de cedido, asumiendo buena parte de una ficha que excedería lo que se viene pagando en los últimos tiempos. Ahí es donde entran los nombres de Alou Diarra o Zdravko Kuzmanovic, dos centrocampistas que están en la rampa de salida del West Ham y del Inter respectivamente, pero cuyos emolumentos se escapan a los parámetros que manejan Stosic y su equipo de trabajo.

Una tercera opción sería la del francés Mathieu Bodmer, pero tampoco su actual contrato está al alcance de las arcas béticas. La diferencia con respecto a los demás radica en que Bodmer finaliza su contrato con el PSG en junio de 2014, por lo que el club francés prefiere ahora mismo un traspaso antes que una cesión, mientras que el centrocampista también cuenta con propuestas de su país. Un caso similar es el de William Kvist, centrocampista del Stuttgart que quiere abandonar este verano la disciplina del equipo teutón. Su agente colocó el ofrecimiento encima de la mesa de Stosic, pero siempre valorando un traspaso, una opción que no convence en Heliópolis para un jugador venido a menos en los últimos tiempos.

Con todos estos nombres, y algunos más guardados con recelo, en la agenda del director deportivo, Mel ha vuelto a manifestar en las últimas horas la necesidad urgente de reforzar esta posición. El técnico está viendo que difícilmente pueda contar con el refuerzo para esta semana en Inglaterra, lo que dificultaría su adaptación al grupo para los primeros compromisos oficiales, la visita al Santiago Bernabéu y la ronda previa de la Liga Europa. Además, para el 12 de agosto, el club verdiblanco debe presentar la lista para la competición europea, aunque siempre contaría con la posibilidad de realizar una incorporación más hasta un día antes del encuentro de ida, previsto para el 22.

Ante este panorama, la dirección deportiva trata de acelerar algunas de las operaciones abiertas, pero no siempre cuenta con el mando de los tiempos. Y es que Stosic pretende un jugador contrastado que eleve el nivel de la plantilla, lo que provoca que los nombres que maneja estén cotizados en el mercado y no siempre la propuesta bética es la más elevada. Con la opción de Digard ya descartada, el club se plantea la posibilidad de acceder a una cesión de jugadores que de otra forma serían impensables en Heliópolis y ahí es donde entran en juego Diarra, Kuzmanovic o incluso el propio Bodmer.

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