Dinero para la piedra angular
El club prefiere esperar en el fichaje del organizador por si una gran venta ofrece otra posición en el mercado.
Unai Emery charla con José Castro en una imagen de la presente pretemporada.
El entrenador del Sevilla, Unai Emery, no para de repetir que no quiere prisas con la contratación del jugador que falta en la plantilla, ese medio centro creativo llamado a ser el futbolista que marcará gran parte del juego ofensivo del nuevo proyecto. Seguro que por dentro estará deseando tener cuanto antes a su nuevo líder, pero también entiende que es mejor esperar y acertar que precipitarse y cometer un fallo que después no se podría subsanar.
El futbolista que falta en la plantilla es la piedra angular del proyecto. Eso lo saben tanto el entrenador como Monchi y los pasos no conviene darlos de manera tan nítida. La planificación está estructurada pero los profesionales saben que aún puede haber cambios porque el mercado se está moviendo e, igual que hace un mes se daba por hecho que el Sevilla iba a ingresar 21 millones de euros en el traspaso de Alberto Moreno, también antes de que empiece la competición puede llegar un ingreso muy fuerte de dinero si algún gran club apuesta de verdad por Bacca.
Y el Sevilla tiene preparadas varias estrategias. El club no quiere vender al colombiano, pero tampoco le da miedo. En su propia investidura como presidente, José Castro dejó muy claro en el discurso de apertura en la Junta General Ordinaria de Accionistas que el Sevilla "seguirá siendo un club vendedor" y que no le temblaría el pulso a la hora de aceptar una oferta fuera de mercado. Sobre todo si eso sirve para acometer con más garantías y respaldo la inversión de un futbolista como el que ahora busca la dirección deportiva, que debe ser a la vez líder y constructor del juego.
Lógicamente, si Bacca es traspasado, Monchi también tiene preparado un sustituto para el caribeño, pero digamos que de ello en un momento dado puede depender que el Sevilla vaya a por un perfil de jugador para el centro del campo con ese extra de dinero que sin ese movimiento en el mercado.
Y por todo eso el Sevilla va a esperar. Hay varios nombres encima de la mesa, unos son más del gusto del entrenador y otros, de la dirección deportiva, pero ambas partes están de acuerdo en aprovechar el dinero de una gran venta, ya sea la de Bacca, por el que el Zenit puede venir de verdad en cualquier momento, o la de Alberto Moreno al Liverpool que se reactive, que tampoco está descartado.
Pero ahora mismo la operación que más visos tiene de llegar a buen puerto es la de Bacca, jugador que aún no se ha incorporado tras las vacaciones. El Zenit tiene poder financiero suficiente como para acercarse a su cláusula de rescisión, algo que no sucede con el Inter y el Sevilla, consciente de que tampoco podría retener a un futbolista con una oferta que triplicaría el sueldo que percibe en Nervión, obtendría liquidez para gastar en el futbolista que debe hacer las funciones de Rakitic.
Leroy Fer o Valbuena son nombres que están bien apuntados como primeras opciones, pero ya ha repetido en varias ocasiones Monchi que hay que esperar al momento adecuado en el mercado. Y ese momento está muy vinculado a una posible (y más que probable) gran venta que dé más liquidez para, como quiere Emery, no fallar en una posición clave, un líder llamado a ser el director de orquesta que el técnico ya ha dicho que no le importa que llegue después de Cardiff, pero que llegue.
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