Pepe Mel ha repetido en cada comparecencia que ha hecho como entrenador del Betis -su presentación, la de Jorge Molina y la de Salva Sevilla-, que quiere incorporar dos defensas a la disciplina verdiblanca. Varios son los nombres que maneja, pero uno parece casi definitivo desde que Jesús Paredes firmase el miércoles su contrato como preparador físico: Chechu Dorado.

El central, que las últimas tres temporadas jugó en el Huesca, lo tiene "casi hecho" con el conjunto heliopolitano. La negociación con el futbolista cordobés ha sido rápida y su fichaje llegaría avalado por Paredes, que coincidió con él la pasada temporada. "La decisión de quedarme estaba tomada, porque prácticamente el lunes estaba todo hecho a falta de muy poquitas cosas, pero el martes por la mañana me comunicaron el interés del Betis y, siendo el equipo que es, fue entonces cuando decidí esperar acontecimientos", explica el zaguero en el Diario del Alto Aragón, en el que aclara: "Es una oportunidad que no aparece todos los días y con 28 años recién cumplidos es lo que todo jugador desea".

Central zurdo, el pasado curso jugó 41 partidos con el Huesca -titular en todos y sólo sustituido en uno-, y sólo se perdió una por expulsión, viendo dos tarjetas en todo el campeonato. En total disputó 3.690 minutos, y únicamente los porteros Goitia (Betis) y Calatayud (Hércules) lo superaron en partidos (42) y minutos (3.780), respectivamente, en toda la Segunda División.

Debido al interés verdiblanco, Dorado entendía que "ya no le podía pedir al Huesca que esperara porque sería perjudicarlo más, así que si quería buscar por otro lado, podía hacerlo".

Los informes que el nuevo responsable físico verdiblanco tiene del andaluz son inmejorables y, dada la solvencia demostrada en la categoría, podría ser la referencia atrás de un Betis que el año pasado le faltó contundencia defensiva. Dorado, además, puede sacar el balón jugado, una de las peticiones de Mel para que Arzu pueda jugar de medio centro y no de central: "Ahí sólo lo haría por necesidad".