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Emery y sus constantes vaivenes tácticos

  • El técnico recuperó ante el Málaga el sistema de tres centrales y dos carrileros, que lo llevó a una derrota a domicilio.

¿Por qué optó Unai Emery por el sistema de tres centrales y dos carrileros en Málaga? Hasta ahora, esa apuesta por un dibujo que acaba aculando al equipo con cinco defensas sólo le ha dado resultado cuando, a mitad del partido, ha realizado alguna variante para amarrar un resultado, pero tanto en Valladolid como en el Santiago Bernabéu no evitó que el rival hiciera varios goles. En Zorrilla fue donde por primera vez Emery tiró del teórico 3-4-3, por la baja de Rakitic, y a punto estuvo de darle resultado. El Sevilla mandó en el encuentro y se puso 0-2, hasta los fatídicos minutos finales en los que se dejó empatar. El Real Madrid, en cambio, ya con Rakitic en el eje junto a M'Bia, el equipo fue un absoluto desastre y sucumbió por 7-3. De eso hace tres meses y desde entonces no perdía el Sevilla fuera, ¿por qué el cambio?

En el fútbol, el resultado marca el cariz de las críticas y los análisis y lo que otrora eran loas a la versatilidad y la riqueza táctica del Sevilla de Emery hoy se convierten en aceradas diatribas hacia esos vaivenes tácticos que impiden al equipo mostrarse con una mínima línea de regularidad. El de Fuenterrabía vuelve a estar bajo la lupa, y también su perseverancia en cambiar lo que iba bien, aunque en Málaga estaba condicionado por las bajas.

La ausencia de Carriço se unió a la de M'Bia, pero el Sevilla hizo aguas por los flancos más que por el eje. Los tres laterales que jugaron, Coke, Figueiras y Alberto Moreno, no sólo no actuaron jamás como carrileros, sino que en pocas ocasiones realizaron bien su tarea como laterales y quedaron retratados en los goles del Málaga, que hizo mucho daño con centros o jugadas por fuera. Así llegaron los tres goles que encajó el Sevilla.

Emery había logrado darle la vuelta a la fragilidad del Sevilla a domicilio pertrechando el centro del campo, con dos medios defensivos y Rakitic más adelante. En La Rosaleda, en cambio, las mencionadas ausencias de M'Bia y Carriço sumadas a la escasa confianza en Cristóforo, que sí estaba en la convocatoria, impelieron a Emery a volver a su dibujo menos utilizado hasta ahora. Con sólo disponer la defensa en fondo de cuatro y Alberto Moreno como interior habría variado al habitual 4-2-3-1. Pero optó por un esquema que, al cabo, no era ni carne ni pescado.

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