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No encajaba tantos goles desde 1968

  • El año del primer descenso del Sevilla llevaba a estas alturas 47 en contra, por 37 ahora.

En sólo dos partidos, el Sevilla ha vuelto a las andadas. Cuando parecía haber encontrado el rumbo, vuelve a ser ese equipo que encaja un chorro de goles en cuanto el rival de turno le menea un poquillo el árbol. Dos de los equipos menos goleadores de la Liga, el Levante y el Málaga, le han hecho al conjunto de Unai Emery media docena de goles en una semana. El Málaga, además, llevaba 470 minutos sin marcar hasta que Duda abrió el tanteo de penalti. El Sevilla parece especialista en resucitar el hambre goleadora de equipos necesitados y así acumula ya 37 goles en contra. Hay que remontarse hasta 1968 para ver un registro peor.

Fue el año del primer descenso del equipo a Segunda División cuando el Sevilla superaba los 37 tantos que acumula ahora en contra. Entonces, alcanzó a estas alturas, jornada 22, los 47 goles, diez más que ahora. Es curioso que desde aquel año, hace ya 46 nada menos, el Sevilla no haya superado su cifra actual en esta fecha del campeonato liguero.

Ni siquiera en los tres posteriores descensos a aquel dramático primero, los de los años 1972, 1997 y 2000, alcanzaba este elevado dígito el Sevilla tras las primeras 22 jornadas liguera. En el segundo descenso histórico, la cifra se quedaba en 26 (-2 en la diferencia de goles); en el tercer descenso, 33 (-16), y en el cuarto, 36 (-13). Chocan estas comparaciones entre equipos que al final de sus respectivas campañas acabaron en Segunda con otro que aspira a clasificarse para competición europea la temporada que viene, algo que se le puede complicar si no corrige esta sangría cuanto antes.

El Sevilla viene acusando el defecto de ser un equipo que encaja muchos goles en los últimos años; sin embargo, el equipo de Emery se lleva la palma. Eso sí, a diferencia de 2013, 2012 y 2011 (30, 26 y 35 goles en contra), el balance de goles a favor y en contra es positivo a estas alturas: +4. Esta estadística positiva es el asidero de un entrenador que parece haber desandado el camino, olvidando de nuevo que lo primero en el fútbol es defender, y defender bien.

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