La valoración de la situación deportiva del equipo después de tres jornadas disputadas por parte del presidente encerraba cierta decepción, aunque no preocupación, y confianza en que el grupo que comanda Unai Emery empezará a ganar muy pronto. Del Nido, además, pidió "profesionalidad" y "esfuerzo" a la plantilla en el almuerzo posterior a la misa celebrada ante la Virgen de los Reyes.

"Esperaba tener algún punto más en el casillero, pero ya he dicho que esto es un proyecto a tres años y que tenemos que tener tranquilidad, porque hemos cambiado hasta catorce jugadores en la plantilla. Vamos a esperar a que el equipo se adapte y seguro que más pronto que tarde se conseguirán los resultados", explicó el presidente, que se congratuló de que lesionados como Reyes y Marko Marin vayan avanzando en su recuperación.

En este sentido, la visita al Camp Nou es siempre una prueba muy dura para un equipo como el Sevilla, pero mostró confianza en los suyos. "La enfermería se está aligerando y vamos a Barcelona con ilusión, sabiendo que nos enfrentamos quizá al mejor equipo del mundo", dijo.

No obstante, volvió a recordar las enormes distancias que en las últimas temporadas se han abierto entre los grandes y el resto: "A mí siempre me gusta un Barça-Sevilla porque es un habitual en la competición española, pero evidente que el desequilibrio económico que produce el injusto reparto televisivo hace que las diferencias sean insalvables y haya a final de temporada una diferencia de 40 puntos".