Las siete primeras jornadas han dejado más incógnitas que certezas en este Betis de Gustavo Poyet, aunque el técnico mantiene el crédito tanto de su plantilla como del resto de estamentos de la entidad. Eso sí, el regreso tras esta pausa liguera se antoja fundamental para el técnico, al que se le pide una mejora tanto de propuesta futbolística como, sobre todo, de resultados en los siguientes 22 días de competición, en los que el Betis disputará cuatro encuentros ligueros antes de ese nuevo frenazo en el calendario por los compromisos de selecciones de noviembre.

A todo nuevo proyecto se le conceden 100 días de tregua, que en el caso de Poyet finalizan precisamente con la visita del Real Madrid al Benito Villamarín el próximo sábado 15 de octubre. Más allá del resultado final ante un gigante como los madridistas, en el club se confía en que el equipo se recupere de la pobre imagen ofrecida en Anoeta. De hecho, el técnico ha repasado en estos días de trabajo todos los detalles de lo sucedido ante la Real y la conclusión principal es que el Betis nunca estuvo bien plantado en el campo, lo que dificultó tanto las tareas defensivas como la circulación del balón.

Si la visita del Madrid debe servir para recuperar la autoestima como colectivo, los siguientes encuentros, ante el Osasuna y el Espanyol, dos de los equipos que se sitúan por debajo de los verdiblancos en la clasificación, sí se espera que además del fútbol aparezcan los resultados para que el Betis se coloque en una posición más cercana a su objetivo final de acabar entre los diez primeros. Como colofón de esos 22 días de competición que se iniciarán ante el Madrid, el Betis visitará al Villarreal en El Madrigal, en un duelo que estará marcado por lo que haya sucedido en las dos anteriores jornadas.

Ya sea con el 4-3-3 o con otro sistema que el técnico entienda como idóneo para revitalizar al equipo, Poyet necesita que el Betis sí empiece ya a mostrar unas señas de identidad de una manera regular y no sólo en días concretos como hasta ahora. El equilibrio entre una alta intensidad sin la pelota y un buen criterio en el manejo de la misma cuando se disponga debe aparecer ya en los partidos de este Betis, que hasta el momento se encuentra lejos de lo esperado inicialmente.

Con dos semanas de trabajo para pulir defectos, el Betis, además, deberá superar una mala estadística de los últimos tiempos cada vez que llega este parón de octubre. Desde la temporada 2008-09, cuando se impuso al Mallorca por 3-0, los verdiblancos no vencen en el primer encuentro tras este parón del inicio de temporada. En la 2011-12, el Betis cayó ante el Real Madrid (4-1), en la que sería la tercera derrota de una racha de diez encuentros sin ganar; a la temporada siguiente, los verdiblancos igualarían sin goles en su visita a Osasuna, el mejor resultado de este ciclo; en la 2013-14, el cuadro verdiblanco cayó derrotado ante el Elche en Heliópolis (1-2), en lo que supuso una racha que le acabó costando el puesto tanto a Pepe Mel como a Juan Carlos Garrido antes de que el Betis volviese a ganar un encuentro; el pasado año, los verdiblancos también perdieron ante el Espanyol en el Benito Villamarín (1-3), aunque no sería hasta el siguiente parón cuando empezaron una caída libre que le costó de nuevo el puesto a Mel.