Extraña confesión de Muñiz

El sentir común en la plantilla bética era de indignación, después de un partido en el que los jugadores sintieron que el árbitro los perjudicó claramente. Jorge Molina era de los que mostraba un temendo enfado. "El vestuario está mal porque ha sido un castigo excesivo por los méritos que hicimos en el terreno de juego", apuntó el delantero alcoyano. "Es complicado quedarse con uno menos en el minuto 15 y con el marcador en contra de forma injusta. Después nos hacen un penalti y no expulsa a su jugador. estaríamos diez contra diez y eso hace que todo duela más", añadió el delantero, cuyo enfado era mayor al preguntarle si era cierto que el colegiado le dijo a Rubén Castro que si se hubiese tirado en vez de continuar a acción hubiese señalado penalti a favor del Betis: "Lo hemos escuchado porque estábamos todos al lado reclamándolo. El partido hubiese cambiado con esa acción y todo hubiese sido diferente".

Mario incidió en esa conversación: "El árbitro le dijo a Rubén que si se hubiese tirado, lo hubiese pitado. Es increíble. Dimos la cara y creo que merecimos más. Son cosas que pasan, sobre todo a nosotros", indicó.

Quizá por ser protagonista de la acción que marcó el devenir del choque, uno de los más enfadados era Amaya, que aseguró que "contra esto no se puede luchar". "Estoy indignado con lo que ha pasado porque el penalti ha sido clave. Ha sido fuera del área y ellos dicen que lo han visto clarísimo dentro. Creo que tenemos que ser muy superiores para ganar en este campo. Si no es imposible, porque contra esto no se puede luchar", indicó el central, que añadió: "Con un futbolista menos los hemos puesto contra las cuerdas. Nos vamos con buenas sensaciones porque el resultado ha sido engañoso".

En este sentido, el defensa madrileño afirmó que el equipo se queda "con cara de tonto". "Luego hubo un penalti que nos han pitado. El resultado no fue reflejo de lo que pasó en el campo. Merecimos mucho más".