La paciencia y la tranquilidad continuarán siendo la línea que va a seguir el Sevilla en su política de refuerzos, sobre todo en lo que atañe al Cata Díaz. Como ya anunciara José María del Nido la semana pasada, su idea es que el central "sólo llegará con la carta de libertad". Es la pretensión que tiene el dirigente sevillista, que sabe que no puede pagar un traspaso por un futbolista que en julio cumplirá 33 años y al que sólo le podrá ofrecer un contrato corto para cerrar su carrera en España. Y mucho menos lo que está pidiendo el club azulón. En medio de ambas partes están el propio futbolista y su agente, que ya se vieron el lunes con Ángel Torres, presidente del Getafe, para que baje sus pretensiones. El dirigente madrileño ya ha cedido algo de los tres millones de euros que pidió en un principio públicamente, pero se ha plantado en los dos, una cantidad exagerada para su valor de mercado.

Después de la reunión del lunes con la presencia del agente del futbolista, llegado expresamente de Argentina para tratar el asunto, este martes fueron los dos presidentes de ambos clubes los que pudieron verse frente a frente en la reunión que tuvo lugar en la sede de la LFP. El viaje de Del Nido a Madrid, junto con José María Cruz y Manuel Vizcaíno, fue aprovechado para una nueva toma de contacto, aunque de momentos no hay mucho avance al respecto. El Sevilla tanteó si el Getafe ha variado su postura inicial tras la petición del Cata Díaz de que acceda a facilitar su salida para que pueda cumplir su deseo de recalar en Nervión. Pero Torres ha cedido mínimamente, rebajando sólo un millón de euros sobre la cantidad fijada inicialmente.

Con 33 años una vez que dé inicio la competición, el Sevilla sabe que tiene muy poco margen para amortizar una gran inversión en este fichaje, por lo que esperará a que el tiempo ablande las pretensiones actuales del Getafe. Cata Díaz cumple contrato con el club madrileño en junio de 2013 y ésa es otra baza que está usando ante Torres, que lo firmó procedente de Boca Juniors en 2007 por unos tres millones de euros, la misma cantidad desde la que partió el dirigente azulón para negociar después de haber disfrutado de su gran rendimiento durante todo un lustro.

El tiempo y el deseo del jugador de fichar por el club de Nervión deben jugar a favor de los intereses del Sevilla, si no media la oferta de otro equipo de altura que pregunte por él. Monchi, mientras tanto, sigue manejando otras opciones por si la negociación por el Cata Díaz se enquista. Porque lo que tienen claro los dirigentes es que para el puesto de central hay un montante fijado y no puede malgastar ni un euro más ante la realidad económica del mercado y del propio club.