La altura de la cita es enorme, nada menos que una semifinal de la Copa del Rey frente a todo un potentado como el Atlético que encima es el equipo de moda. Por eso, Unai Emery quiere centrar todos los focos y los esfuerzos en lo estrictamente deportivo, porque el fútbol le ofrece a su equipo, el Sevilla, una tremenda oportunidad, la de luchar por meterse en una gran final. Si en Nervión no se hubieran vivido recientes grandes éxitos, seguramente la efervescencia sería otra y pocos caerían en la cuenta de si va a jugar Fazio o va a debutar Beto en la portería. Y en eso quiso incidir el guipuzcoano.

Emery descartó a Palop y explicó por qué: "Hemos hecho la prueba a Andrés y no está en condiciones, la molestias le impiden estar al 100 por 100, hay riesgo de lesión y hemos decidido que no viaje. Ahora tenemos que valorar en qué mejores condiciones estará defendida la portería, si con Beto o con Julián", dijo, y reconoció que apenas tiene para "madurarlo poco más de 24 horas". "Tenemos que transmitir confianza, sea el que sea, tenemos que apoyarlo y arroparlo", pidió antes de centrar el asunto.

"Hemos llegado cerca de un objetivo ambicioso, que es estar a un paso de una final -argumentó con énfasis-. Ahora bien, la dificultad es grandísima, pero estamos fuertes, mentalmente preparados, aun con las últimas adversidades, la salida de Diego López y la lesión de Palop. La concentración y la confianza son máximas y vamos a suplir esas carencias con otras garantías, que las hay y muchas", prometió.

Lógicamente, se le recordó la opción de que Fazio coja camino de San Petersburgo desde Madrid: "Un día antes de jugar una semifinal en el Vicente Calderón contra el Atlético estar pensando en hipotéticos casos..., estaría yo perdiendo energía", replicó cuando se le preguntó si Fazio jugará o será vendido antes. "Yo cuento con Fazio mañana, y cuento con él para que juegue, para que ayude y para que siga con nosotros, sabiendo que igual no está".

Tocaba hablar del potente rival: "El Atlético está segundo por méritos propios. Es un equipo muy consagrado, y su estilo tiene un toque muy personal, es difícil que se escape a los elogios. Le tenemos el máximo respeto, pero no tenemos que pasar a la incomodidad o el miedo. En su campo está muy fuerte, pero tenemos que afrontar el partido con nuestras garantías, que las tenemos. Los partidos con el Atlético siempre son muy duros, tanto con mi anterior equipo como con el Sevilla. Es un partido muy duro, que creemos que se va a dilucidar en el Sánchez- Pizjuán y es un reto, una ilusión y una gran oportunidad". Y quitó importancia al 4-0 de la Liga: "En ese partido hasta la expulsión de Fazio no ocurrió nada, ni a favor ni en contra, era igualado, 11 contra 11 no era una línea mala. Tenemos que quedarnos con lo positivo".