Prefirió jugar con Malí antes que con Francia; se negó a hacer publicidad de una casa de apuestas; cada vez que marca un gol da las gracias a Alá; presume de su fe en el Islam y el miércoles mostró su apoyo al pueblo palestino: Kanoute es un futbolista singular, solidario, comprometido y político.

Habitualmente se considera a los futbolistas de élite como hombres desapegados que viven en un universo de cristal. No es el caso del malí, que rompe esa norma: no tiene miedo a expresar sus ideas religiosas y políticas, y ante el Deportivo reivindicó su condición de hombre comprometido mostrando tras marcar una camiseta negra con la leyenda "Palestina" en varios idiomas. Fue su protesta por la ocupación israelí de la Franja de Gaza. Ya se conocía la intención del delantero, quien el domingo pasado, ante Osasuna, ya llevaba esa camiseta, pero el africano no marcó y se quedó sin mostrar su reivindicativo mensaje. "Sentía que tenía que hacerlo, pues todo el mundo ha hacer algo cuando hay una injusticia tan grande", señaló el delantero.

De personalidad retraída, Kanoute nunca ha escondido su compromiso. Es presidente de una fundación que lleva su nombre y puso en marcha una iniciativa para crear una Ciudad de los Niños en las proximidades de Bamako, la capital de Malí. Pero su compromiso con los suyos va más allá de la solidaridad. De hecho, en 2006 se negó a lucir la publicidad de una casa de apuestas que se leía en la camiseta del Sevilla porque el Islam está en contra del despilfarro de dinero en juegos de azar.

Precisamente, la afinidad de Kanoute con Palestina arranca de su fe en el Islam. Su gesto le costó una tarjeta amarilla y le acarreará una sanción económica, pero ¿se atreverá a repetirlo mañana? La reincidencia podría suponer una sanción de uno a tres partidos. En 2005, tres jugadores del Valladolid fueron castigados por incumplir esta norma, pese a que la camiseta reflejaba simplemente un mensaje de apoyo a un compañero hospitalizado tras un accidente. A pesar de todo, la acción de Kanoute fue aplaudida desde diferentes sectores, palestinos e israelíes. Al fin al cabo, el fútbol es sólo eso, fútbol.