Lopera da el OK a Chaparro

Aunque hallándose Manuel Ruiz de Lopera por medio cualquier aseveración pueda volverse en contra a la más mínima, Paco Chaparro será, salvo sorpresa, el entrenador del Betis la próxima temporada. Ésa es la conclusión a la que el máximo accionista del club llegó ayer en sus oficinas tras una reunión con la cúpula dirigente durante tres horas y media, desde la 11:00 hasta las 14:30.

La misma estaba pactada desde la tarde anterior, pero el mutismo para evitar a la prensa fue absoluto. Ayer mismo también se conjuraron los seis asistentes para que nada saliese a la luz, habida cuenta de que el asunto a tratar era espinoso, ya que cuando José León, presidente del Betis; Rufino González, vicepresidente; José Antonio González Flores, gerente; Manuel Momparlet, director deportivo; y Juan Merino, segundo entrenador, entraron por cierta puerta de la calle Jabugo el objetivo de la cumbre era el de consensuar un entrenador.

A Lopera se le hacen difíciles algunas de las condiciones puestas por Chaparro -éste ya había cedido en algunas en las reuniones habidas-, pero durante más de una hora los seis asistentes no fueron capaces de proponer un entrenador de consenso, ya que las opciones se reducían a técnicos que hoy no están en el mercado y consideraron que no está el Betis para riesgos deportivos. Esta maniobra explica la ausencia de Manuel Castaño en la reunión, ya que para el abogado, fiel defensor de Chaparro, hubiese sido un trago de mal gusto.

En vista de la falta de alternativas, sólo cabía decidirse por Chaparro o alargar aún más la espera y todos eligieron lo primero, entre otras cosas porque muchos creen en el trianero, sólo que no ven bien la cuota de poder que éste demanda.

Empero, concluyeron que Joaquín Parra y Jorge Vázquez abandonarán la secretaría técnica al ser incompatibles con el entrenador, aunque el club no los despedirá sino que esperará a que finalicen su contrato el 30 de junio o, quizá, el 30 de julio. Manuel Momparlet seguirá siendo el director deportivo, con Juan Merino como secretario técnico y con un par de miembros o tres más propuestos por Chaparro y el propio Momparlet, uno de los cuales podría ser Juanjo Cañas.

Respecto a la confección de la plantilla, y habida cuenta de que desaparecerían las discrepancias, Momparlet y Chaparro trabajarían codo a codo con los nuevos miembros, quienes decidirán altas y bajas, ya que en la reunión de ayer también se aceptó que la inversión presupuestada para fichajes era baja (unos 9 millones de euros) y que el club no se podía cerrar en banda a algunos traspasos, aunque no se le pondrá a ningún futbolista el cartel de transferible. En realidad, el club estudiará todas las ofertas que le lleguen.

Si Chaparro, cuando vuelva a verse las caras con Lopera, acepta este planteamiento, muy próximo a lo que él había venido demandando, firmará por el Betis, posiblemente por una temporada más otra condicionada a unos objetivos. Eso ocurrirá en los próximos días si no surgen sorpresas ni contratiempos.