La Manga aventaja a Antequera y Montecastillo

Antonio Tapia será presentado este mediodía (13:00) como nuevo entrenador del Betis para la próxima temporada y esbozará ya las líneas maestras del trabajo que comandará y que debe llevar al equipo a Primera División.

El técnico cordobés, fuengiroleño de adopción, diseñará hoy con los técnicos del club cómo realizarán el trabajo de pretemporada y su primera decisión será elegir el lugar para realizar la concentración, que él pretende que sea inferior a las dos semanas habituales, incluso que no supere en mucho los siete días.

Su idea es que los futbolistas, que deben estar en Sevilla el lunes 13 de julio, pasen los reconocimientos médicos y se entrenen esos días en nuestra ciudad, antes de partir, presumiblemente la semana siguiente, hacia el destino del stage. Hasta cuatro han sido los lugares barajados por el club y su nuevo entrenador, aunque a última hora podría haber alguna novedad en este sentido.

Descartado El Algarve por no reunir las condiciones propicias (es más un lugar para una convivencia), Montecastillo, Antequera y La Manga son las alternativas. A Tapia no le convencen los dos primeros lugares por el calor, principalmente la ciudad malagueña, de ahí que el enclave murciano haya ganado muchos enteros. De hecho, en el club trabajaban en la confección de un torneo triangular por la zona que, además, abarataría el coste de la estancia.

Mientras, Tapia, en principio, sólo llegaría acompañado de Paulino Granero como preparador físico. Álvaro Reina, el hombre que le elaboraba los informes, firmó por tres años con el Málaga, y su segundo allí, Dely Valdés, también continuará, presumiblemente como ayudante de Muñiz. El nuevo entrenador del Betis, junto a Merino, contará con el recuperador David Gómez y, posiblemente, también continúe el preparador físico Enrique Romero, que trabajó la temporada recién concluida junto a Nogués. La parcela futbolística sería para Ángel Becerra, quien llegó al club de la mano de Chaparro y ha causado gran impresión en el club bético. Además, se da la circunstancia de que fue futbolista a las órdenes de Tapia durante tres años en el Polideportivo Ejido.