Waterpolo

Miguel de Toro, un sevillano de plata que sale a flote siempre

  • El jugador de Tomares, subcampeón de Europa y del mundo con la selección española, valora el segundo puesto cosechado en Budapest la semana pasada y mira con ambición a Tokio

Miguel de Toro, con el número 5 en el gorro, celebra un triunfo de España durante el pasado Europeo.

Miguel de Toro, con el número 5 en el gorro, celebra un triunfo de España durante el pasado Europeo. / M.G.

Segundo en el Europeo de Barcelona 2018; subcampeón del mundo en Gwangju el año pasado; y hace unos días el sevillano Miguel de Toro volvió a quedarse a las puertas de la gloria al colgarse otra medalla de plata en Campeonato de Europa de waterpolo celebrado en Budapest, en una final en la que la anfitriona Hungría despertó a España del sueño de conquistar su primer cetro continental en los penaltis.

Pero el palmarés de la selección es para apostarlo todo pensando en Tokio, una cita que el hispalense y el resto de sus compañeros tienen ya entre ceja y ceja, aunque "ahora toca centrarse ya en el club de cada uno". "Pero lo del verano puede ser muy bonito", afirma el jugador de Tomares, desde hace unos años enrolado en las filas del Barceloneta.

A la Ciudad Condal llegó procedente del Waterpolo Sevilla, club en el que se formó y debutó en la máxima categoría nacional y ahora pelea por no desaparecer. Casi no ha tenido tiempo de saborear este nuevo éxito con la selección, ya que la liga regresa ya este fin de semana, aunque sí ha podido valorar una plata "que con el paso de los días sabe cada vez mejor". "Otra vez una derrota en los penaltis, como hace dos años en Barcelona, pero pese a todo el resultado es magnífico y ya lo hubiesen querido otros equipos. Es cierto que es la tercera final seguida que perdemos, y es duro hacerlo en los penaltis, pero de eso también aprendemos y todo el dolor se olvidará si el oro llega este verano en Tokio. En el momento te hundes, pero eso alimentará más la rabia para ganar la siguiente competición, que no es cualquiera", explica el internacional español, que añade: "No hemos hablado mucho del tema, porque somos muy maniáticos, pero todos lo pensamos. Lo de Budapest es un acicate más para ir con todo a los Juegos a por el oro".

España logró su clasificación olímpica el año pasado con el segundo puesto en el Mundial. En semifinales, como en este Europeo, apeó a Croacia, favorita siempre, y en la final cayó con claridad ante Italia. Y es que el grupo, con algún cambio, es el mismo desde hace tres años, "una piña" que suma en largas concentraciones alejadas de familiares y amigos, y "el buen ambiente se nota después en la piscina". "En el Europeo íbamos por el lado complicado del cuadro, pero nos cargamos a dos favoritas. En cuartos a Serbia. Ahí sí nos sonrió la suerte de los penaltis y ajustamos cuentas por la final de 2018. Y en semifinales ganamos a Croacia. Ser un grupo tan unido nos da un plus en los momentos clave. Pese a perder la final, creo que fuimos el mejor conjunto del campeonato", apunta De Toro, que confía ahora en ganar con su club "todos los títulos en juego y ya después pensar en el verano".

En Tokio puede estrenarse como olímpico, "un sueño para cualquier deportista". "Quizá en los Juegos hay más presión por la atención mediática, aunque un Europeo es más exigente. Lo piensas e impresiona", asegura.

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