Que el sueño no vuelva a convertirse en pesadilla. Es la máxima del Friburgo en Europa, adonde vuelve 12 años después de una última experiencia que acabó muy mal: eliminado en la fase de grupos y descendió a la Bundesliga 2. El inicio, de momento, no invita al optimismo. Después de siete jornadas en su campeonato doméstico el conjunto que dirige Christian Streich es penúltimo, con sólo tres puntos, mientras que en su debut en la Liga Europa se dejó empatar por el Slovan Liberec tras irse al descanso con un claro 2-0 a favor.

Varios condicionantes han hecho que el equipo de la Selva Negra no se parezca al que acabó quinto la pasada campaña: las bajas y las lesiones. La entidad que preside Fritz Keller casi fue desmantelada en verano. Ha vendido activos por 10,5 millones de euros y la inversión apenas fue de 5,5. La pérdida de sus mejores hombres, entre otros Max Cruse (máximo goleador en la 12-13 con 11 tantos), fue repuesta con la adquisición de los checos Vladimir Darida (cuatro millones) y el extremo Vaclav Pilar, cedido por el Wolfsburgo, pero ambos están inéditos aún por sendas lesiones. Con todo, no hay que obviar que el Friburgo ha sido el único hasta ahora capaz de sacarle algún punto al Bayer Múnich (1-1) y en tres partidos ligueros empezó mandando en el marcador.

Con balón

El Friburgo, sin grandes estrellas, es un equipo de obreros en el que todos trabajan. No le asusta tener el balón y tocar en el centro del campo, donde el suizo Gelson Fernandes, autor del gol con el que su selección tumbó a España en el estreno del Mundial de Sudáfrica, y el capitán Julian Schuster llevan el peso del juego en el 4-4-2 casi simétrico por el que apuesta el técnico teutón, que ha hecho más pruebas en la vanguardia. El helvético Mehmedi, con calidad pero inconstante, y Sebastian Freis, ambos con dos goles en liga, se han afianzado en la delantera, si bien en el anterior duelo de Liga Europa junto al helvético formó Mike Hanke, un punta con experiencia en la Bundesliga, en la que suma 56 goles en 274 encuentros. En ataque los laterales suelen sorprender, sobre todo Sorg, capaz de hacerse con la banda entera cuando el habilidoso Schmid se va al centro para crear superioridad.

Sin balón

Como buen conjunto alemán, destaca por la fortaleza de los centrales y el centro del campo, convirtiéndose en un conjunto incómodo si el partido se lleva a lo físico. Defienden todos, y en las acciones a balón parado ni siquiera un punta se descuelga. Fernandes suele ayudar en la presión cuando el rival trata de sacar el balón jugado. En la portería Baumann es fijo, aunque contra el Slovan Liberec regaló uno de los goles.

Lo mejor

El bloque. Sin una estrella que destaque, el equipo trabaja como un grupo en el que todos defienden y los papeles están muy definidos.

Lo peor

El mal inicio de temporada puede condicionar su fútbol. Necesita salir de abajo y la situación puede pesarle a una plantilla muy renovada y joven. Le falta continuidad para desarrollar su mejor fútbol.