Octavo pulso de infarto

Si hace dos temporadas el guiño que el destino le tenía deparado al fútbol sevillano fue el primer derbi europeo, en la Liga Europa que conquistó el Sevilla en Turín y de la que estuvo muy cerca de quedar fuera con el 0-2 en el Sánchez-Pizjuán, precisamente en la previa de un derbi como el de hoy las bolas del sorteo de Copa dejaron un campanazo, dos nuevos duelos de la máxima rivalidad en un enero cargadísimo y, encima, con el primero en un día sonado, el de Reyes (la vuelta el día 13), aunque las fechas definitivas y los horarios aún no se conocen. Betis y Sevilla se volverán a ver las caras en menos de quince días por segunda y tercera vez en la eliminatoria de octavos, que supondrá el octavo enfrentamiento entre ambos en la historia de esta competición.

Los protagonistas, lógicamente, cuando aún no han digerido el duelo de hoy, se mostraban abrumados por este demoniaco -en manera figurada- emparejamiento que tendrá una doble cita en Heliópolis en la ida y en Nervión en la vuelta. "No sé si es el mejor sorteo, lo que sí que es cierto es que tenemos un partido muy importante mañana". La frase de Mel describe el sentir de cualquier profesional que tiene entre manos otro derbi, razón suficiente para aparcar lo que sea. "Nuestra atención tiene que estar en ese partido, el otro ya llegará en enero y lo prepararemos", se limitó a comentar el preparador bético.

Su homólogo en el Sevilla no se extendió mucho más al conocer la noticia. "Será una eliminatoria difícil en un torneo que para nosotros es una ilusión y un camino en el que ser protagonistas. Para mucha gente la Copa constituye una vía para hacer cosas importantes y es positivo que nos midamos al Betis, porque así los rivales se conocen mejor. Será una eliminatoria bonita", dijo el preparador vasco, que comentó la curiosidad de que "estos sorteos suelen hacer coincidir partidos muy cercanos", como ocurre con el derbi de hoy.

Con menos tensión competitiva y presente en el sorteo, Monchi sí pudo hacer un análisis más somero de sus sensaciones. "Para la competición es bueno que se juegue un derbi porque da prestigio y para Sevilla también por ser en el día de los Reyes Magos, que creo que es bonito", explicó el subdirector general deportivo del Sevilla. "Es difícil hablar de favoritos. Nuestro currículum nos puede dar como favoritos, pero en los derbis hay unas connotaciones que van más allá de lo deportivo para decantarlo de un lado u otro. Aun así, nosotros somos un equipo ambicioso y vamos a ir a por el derbi", señaló el de San Fernando para quien, evidentemente, estos partidos son algo especial.

Será la octava vez que la rivalidad sevillana tenga su expresión en el torneo del KO, con precedentes que han sonreído en su mayoría a la parroquia nervionense. Los sevillistas han celebrado cinco clasificaciones, por dos los béticos, siendo el último duelo un ya histórico derbi marcado por el botellazo que Juande recibió en el Villamarín hace ya ocho años, en 2007.

Pero el primer derbi copero se remonta a la fase de liguilla de la edición de 1928, cuando los dos partidos se saldaron con empate (3-3 y 1-1) y tanto Sevilla como Betis resultaron eliminados en un grupo del que salieron como cuartofinalistas Valencia y Murcia.

Más tarde, en los octavos de final de la Copa del Generalísimo de la temporada 39-40, ambos coincidieron en un duelo que deparó dos triunfos visitantes y el pase final del conjunto sevillista (0-3 y 2-3). Hubo que esperar hasta los años sesenta para vivir, en años consecutivos, las dos siguientes eliminatorias: en los octavos de 1962 pasó el Sevilla (5-3 y 1-0) y el Betis se tomó la revancha la temporada siguiente (2-1 y 1-1), en la misma ronda. Aunque los que más se recuerdan son, ya más cercanos en el tiempo, los que llegaron a partir de los años ochenta, una década en la que hubo nada más y nada menos que seis derbis coperos. Todavía en 1980, con un Sevilla aún comandado por Miguel Muñoz y que eliminó antes curiosamente al Betis Deportivo, los blancos pasaron gracias a un 2-1 en Nervión, una racial remontada en la segunda mitad al tanto inicial de Cardeñosa. Blanco y Morete dieron el triunfo a los locales, que pasaron con un 1-1 en Heliópolis

Llegó dos años más tarde la hora de Manolo Cardo, quien en la temporada 82-83 le ganó los cuatro partidos al eterno rival, los dos de Liga y el doble enfrentamiento en octavos de final de Copa. Ricardo Serna y Santi firmaron un 2-0 en la ida para un Sevilla que tampoco le dio opción a su rival en el choque del Villamarín en una gran noche de Francisco López Alfaro. Un genial pase suyo a López acabó en el penalti que sería el 0-1 al volver del descanso, mientras que el ursaonés se la cruzó a Esnaola tras una asistencia de Juan Carlos.

La suerte cambió dos ediciones después, cuando el Betis remontó en la vuelta con un contundente 3-0 la victoria por la mínima de los blancos en Nervión (1-0).

El último precedente fue en 2007 con tristes episodios para la historia. Tras un 0-0 junto a Eduardo Dato, la vuelta tuvo que suspenderse cuando ganaba el Sevilla (0-1) con gol de Kanoute. La presencia del busto de Lopera en el palco, el impacto de una moneda en el rostro de Del Nido y, sobre todo, el botellazo a Juande quedaron para la historia, al igual que la reanudación en Getafe.

Un derbi barcelonés y otro madrileño completan el sorteo

El sorteo de octavos de final de la Copa del Rey deparó otros dos derbis, uno barcelonés entre el vigente campeón, el Barcelona, y el Espanyol, otro madrileño entre Atlético y Rayo Vallecano. El Athletic, finalista en la pasada edición y vigente campeón de la Supercopa de España, se enfrentará al Villarreal, mientras que el Cádiz, único equipo de Segunda B en el sorteo, se medirá al Celta. El Mirandés, único superviviente de Segunda, se cruzará primero en Anduva con el Deportivo y después visitará Riazor. Valencia y Granada se verán también en busca de una plaza en cuartos, en una eliminatoria con un único precedente favorable para los nazaríes. El último emparejamiento del sorteo deparó un inédito duelo entre el Eibar y Las Palmas.