Peligrosa (y lógica) falta de fuerzas
málaga | sevilla
El Sevilla acaba jugando todos los partidos con los mismos futbolistas y el cansancio hace mella por falta de fuelle para empujar La frescura de Perotti, casi la única vía activa de ataque
Por si alguno no se ha dado cuenta, el Sevilla ha llegado al final de Liga cansado, muy cansado. Era una plantilla corta, sí, que podía considerarse suficiente para dos competiciones. Pero con lo que no contaban los encargados de la planificación es que los entrenadores, primero Míchel y, sobre todo, luego Emery, la hacen más corta aún. Al final, juegan siempre los mismos, las figuras del banquillo acaban siendo eso, figuras, y las piernas de Rakitic, de Negredo, de Kondogbia, de Jesús Navas... siguen y siguen acumulando minutos y minutos, 90 en cada partido.
Por eso, cuando sale un futbolista fresco como Perotti, que se ha pasado el año prácticamente en blanco, se nota. Pero es el único recurso que tiene el entrenador guipuzcoano, que no quiere saber nada de Babá por mucho que el Sevilla necesite un gol o que no cuenta para nada con un jugador ofensivo como Stevanovic. Significativo es el caso del senegalés, que ha disputado sólo 12 minutos (ante el Atlético) en el último mes y medio. Desde el 30 de abril en que también jugó unos minutos (aquella vez 35) ante el Levante.
Pero ése es el Sevilla que ha llegado al final de Liga. Cansado, roto por el centro porque Kondogbia no llega a ninguna, y nulo cuando Rakitic y Negredo caen en las imprecisiones que suelen devenir de la falta de frescura.
DEFENSA
No pasó el Sevilla excesivos apuros porque tuvo enfrente un equipo igual de frito físicamente o más incluso. El centro del campo que formaron Medel y Kondogbia no asentó los pies en el partido en ningún momento, mucho menos en una segunda parte en la que el francés acudía andando a la presión. Si el Málaga no hizo más daño en las transiciones ataque-defensa fue un milagro y también porque Cala fue leyendo el partido de menos a más hasta acabar agigantándose en cruces y anticipaciones.
ATAQUE
El balón no circulaba con la fluidez que cabría esperar de un equipo que necesita esprintar para llegar a la meta adelantando a sus rivales. Sólo las bandas sumaron de verdad. La izquierda en la primera mitad con un Perotti fresco y decidido a romper y un Alberto Moreno que lanzó bien en largo, y en la segunda con el tesón de Jesús Navas en la derecha. Por el centro fue siempre un quiero y no puedo que empezaba en la manía de enredarse conduciendo de Kondogbia y terminaba en la desesperación de Negredo ante la falta de precisión de Rakitic. El suizo, cuando está mal, acaba arrastrando al vallecano porque éste va a remolque en cada balón que pelea, salvo los que encuentra fuera del área, en los que sí se siente cómodo. Al final, todo derivó en que se abusara del pelotazo desde atrás, de Beto, de Alberto Moreno...
VIRTUDES
La buena forma de tres jugadores que hace tres meses ni soñaban con ser titulares en el Sevilla, Perotti, Cala y Alberto Moreno. Una muestra de que tener frescura a estas alturas de la temporada se nota. Y no tenerla, también.
TALÓN DE AQUILES
El cansancio es patente y puede que motivara cierta falta de ambición en la búsqueda del empate, pero... ¿lo justifica?
No hay comentarios