Posibles cambios en busca de la ansiada intensividad visitante

El Molinón y el Camp Nou son los dos baldones que manchan la trayectoria de Gregorio Manzano en el banquillo sevillista. En ambos casos, el equipo adoleció de la falta de intensidad necesaria para contrarrestar el juego del rival. Bueno, en el segundo de los casos el equipo ni siquiera olió el balón dejando una fea mácula en forma de goleada. Y hasta el propio técnico jiennense coincide con analistas y aficionados en poner el dedo en la llaga de la falta de concentración, agresividad o intensidad. Para corregir eso, se prevé algún que otro cambio en el once que salte a La Romareda, pues el problema puede radicar en la elección de las piezas.

Manzano ha reconocido que está inquieto con acabar con el problema y medita soluciones no sólo en la actitud con la que tiene que salir el equipo a competir como visitante en la Liga -en las otras competiciones sí ha cumplido-, sino en la aptitud de los hombres elegidos. Dado que no hay partido intersemanal, no hay necesidad de reservar fuerzas. Están todos los profesionales sanos, excepto los lesionados de larga duración, incluido Palop, que es casi seguro que volverá a la portería tras su positiva evolución. Además, con Dabo y Fernando Navarro disponibles, Konko puede tener un hueco como extremo diestro para ofrecer más ayuda en la resta al centro del campo, en el que también es un candidato a la titularidad Zokora. Y arriba, Luis Fabiano podría dejarle su sitio a Negredo, más apto para jugar con espacios fuera de casa. Hay que tener en cuenta que el brasileño puede repetir titularidad en las dos siguientes citas ligueras, que serán en el Ramón Sánchez-Pizjuán (Mallorca y Getafe).