Prohibido bajar la guardia

El Sevilla recibe al equipo revelación de la Liga con la idea, y la necesidad, de continuar en su línea ascendente · El desgaste de Villarreal y la opción de estar en semifinales, peligro evidente

Zokora y Romaric, confirmados como la solución más plausible para la medular, recobran fuerzas ante el circunspecto Manzano.
Zokora y Romaric, confirmados como la solución más plausible para la medular, recobran fuerzas ante el circunspecto Manzano.
Eduardo Florido / Sevilla

15 de enero 2011 - 05:02

Arriba a Nervión el equipo revelación del presente campeonato liguero, un Espanyol que habita donde debiera hacerlo el Sevilla. Y además, el buen conjunto que ha moldeado Mauricio Pochettino llega al Ramón Sánchez-Pizjuán en un momento peligroso, ya que la Copa del Rey, amén de haber abierto una vía de ilusión, también supone un evidente peligro de distracción y de cansancio para los hombres de Gregorio Manzano. Por tercer año consecutivo, el Sevilla se puede meter en las semifinales del torneo copero y eso está en la mente de todos, incluso de unos aficionados que también podrían dejarse llevar por ese cercano acicate dejando a un lado lo que acontece esta noche. Y ya se sabe que la Liga no espera a nadie, y menos cuando hay que enjugar una más que considerable diferencia de puntos.

Por todo ello, está prohibido bajar la guardia hoy ante uno de esos equipos que pueden y saben hacerle daño al Sevilla, sobre todo en Nervión, por su particular visión del fútbol desde las premisas del dinamismo y el contragolpe. El Espanyol está en la quinta posición de la Liga por méritos propios y, además, cayó en la Copa y ha tenido toda una semana para mirar y remirar cómo hacerles daño a los pupilos de Manzano, que tiene pocos recambios para la línea medular después del indudable esfuerzo que supuso la celebrada remontada para traerse un esperanzador empate de El Madrigal.

Sirva la advertencia del peligro de la distracción como aviso, aunque también hay que poner el acento que precisamente la Copa ha contribuido sobremanera a reanimar a un equipo que enlaza una magnífica racha desde aquella remontada en la ida de los octavos de final ante el Málaga. Y es un axioma del fútbol que ganando, o empatando con sabor a victoria como sucedió en Villarreal, la recuperación por los esfuerzos realizados necesita menos tiempo por el influjo energético del componente anímico.

Para paliar el desgaste físico de hace tres días, Manzano cuenta con algunas piezas para refrescar el equipo, no muchas, pero sí de evidente peso específico. Kanoute fue reservado en El Madrigal hasta que Manzano se vio obligado a sacarlo al campo para contribuir a la remontada sevillista, aunque sólo jugó algo más de 20 minutos y hoy debe estar en perfecto estado de revista. Asimismo, Luis Fabiano se ha apuntado a la cita después de quedarse en tierra el martes por una contractura de la que ya parece recuperado. Ayer se ejercitó con total normalidad y, si su evolución sigue siendo positiva, está llamado a formar en el once titular. Al igual que Martín Cáceres, un futbolista que mejora las prestaciones de Dabo en el lateral derecho, precisamente el mayor agujero del Sevilla el miércoles.

No muchos más cambios podría presentar el once sevillista, por cuanto Manzano parece que continúa sin ver claro que Renato esté en las condiciones óptimas para ayudar al equipo en la medular, donde Zokora y Romaric continúan siendo por ahora la única solución para el necesitado centro del campo. Jesús Navas continuará siendo el dueño en la banda derecha, mientras que para la izquierda Perotti, con su flamante nacionalización española, tiene más papeletas de ser elegido por cuanto Diego Capel completó los 90 minutos en El Madrigal con un evidente despliegue físico que coadyuvó a la remontada sevillista.

En cuanto al Espanyol, es una buena noticia para los intereses nervionenses que su goleador, Osvaldo, se rompiera ante el Zaragoza, donde fue forzado por la necesidad que tiene el equipo de Pochettino de su aportación en ataque. Pero una de las virtudes de este joven y dinámico conjunto es el empaque que presenta como bloque y las indudables prestaciones de hombres rápidos y muy móviles como Callejón, Verdú y Luis García. Será una dura prueba para el principal mal del Sevilla, el sistema defensivo, cortar de raíz la verticalidad que estos futbolistas lucen bajo la batuta de Javi Márquez, un jugador con gran visión organizadora.

Con todo, el Sevilla ha mejorado ostensiblemente desde que se ha decidido, de la mano del recuperado Escudé, a tirar la línea más arriba, por mucho que ante un equipo tan rápido y vertical pueda suponer un peligro evidente. Pero para superar a este Espanyol no cabe otro camino que el de la valentía y la fe en las propias fuerzas. Juntar las líneas, presionar arriba y estar muy concentrados en la vigilancia para zanjar cuanto antes los previsibles contragolpes pericos serán aspectos fundamentales. A poco que se mejore la faceta defensiva, como reconoció ayer Manzano, el Sevilla tiene mucho ganado. Su ancestral pegada continúa intacta, Kanoute vuelve hoy a ser el principal abanderado del juego ofensivo, Luis Fabiano se suma para empujar el carro y el viento hace tiempo que viró a favor. Todo pasa por no bajar la guardia, conque...

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