CICLISMO
La Vuelta regresa a Sevilla: este es el recorrido de la etapa

Protagonista en la sombra

El Sevilla ya es el menos goleado junto al Barcelona gracias, en buena medida, al concurso clave de Javi Varas, que ha encajado un gol en tres citas ligueras · En Chapín tuvo otra aparición aislada pero crucial

Javi Varas baja, tras Palop entre otros compañeros, de hacerse la foto oficial en el Rectorado.
Eduardo Florido / Sevilla

02 de noviembre 2009 - 05:02

Generosidad revertida en puntos. Ésta es la realidad de un chaval que acaba de cumplir 27 años y que lo ha celebrado respondiendo en la titularidad, obligada por la lesión de Palop, del equipo de su vida. Con Javi Varas en la portería, el Sevilla ya ha igualado al Barcelona como el equipo menos goleado de la Liga. El curso pasado terminó segundo en esta faceta, por detrás del intratable campeón azulgrana, y esta campaña lleva un similar camino, por mucho que el equipo de Manuel Jiménez esté acumulando más elogios en este inicio del campeonato por sus alegrías ofensivas. Da igual que el marco sevillista esté defendido por el intocable Palop o por su paciente y generoso suplente. La realidad dicta que el Sevilla ha encajado cinco goles en nueve citas ligueras. Y el meta de Pino Montano no participa de este hecho como mero actor secundario.

Evidentemente, detrás de tales estadísticas en la casilla de goles en contra está el trabajo defensivo de un equipo, de una plantilla que cuenta con elementos de contrastada calidad y versatilidad, de Konko o Sergio Sánchez a Fernando Navarro y de Squillaci a Dragutinovic. Ni siquiera la ausencia de jugadores de primerísimo nivel como Adriano o Escudé evita que se constate esa especie de línea editorial que es la seguridad defensiva del Sevilla. Fue así con Joaquín Caparrós y Juande Ramos y sus versiones han sido incluso mejoradas por Manuel Jiménez.

Pero, además de las buenas piezas que hay en el plantel para que la construcción del equipo desde atrás esté bien cimentada, hay que denotar la importancia de que el Sevilla cuente con un suplente de garantías como Javi Varas.

El de Pino Montano ejecuta a la perfección el papel más feo de cualquier plantilla, el del portero suplente. Este lugar común del fútbol universal se multiplica en Nervión por el carisma, acrecentado a base de títulos, especialmente la UEFA 2007, de Andrés Palop, a la sazón primer capitán del equipo. Morgan de Sanctis, por ejemplo, no supo acomodarse en la sombra del formidable meta valenciano e hizo las maletas. Notario escribió sus últimas páginas como sevillista ante la eclosión de Palop: le quitó el sitio en la vuelta de los octavos de final de la UEFA 2006, tras un yerro de Notario en Lille, y ya prácticamente no lo soltó en las dos competiciones en las que el Sevilla estaba vivo. Y Cobeño pasó casi desapercibido en su etapa nervionense. Y eso que jugó casi una docena de partidos, entre Liga, Copa y UEFA, en las que encajó 8 goles. Pero no terminó de transmitir la seguridad de Javi Varas en el arco sevillista.

En marzo de 2007, Palop sufrió por primera vez los problemas en el gemelo que han dado ahora con la titularidad de Javi Varas. Entonces Cobeño cumplió sin brillo. El sevillano, en cambio, da puntos. Exactamente lo que se le pide a un portero de un equipo que concede muy pocas ocasiones de gol. En su debut en Riazor, pese a un par de intervenciones de mucho mérito, no evitó la derrota. Pero ante el Espanyol se lució, sobre todo en ese pie con que abortó un chut venenoso de Luis García. Y en Chapín apenas apareció ante las febles intentonas del Xerez. Hasta que se cruzó en el cabezazo de Leandro que pudo costar dos puntos.

Palop asoma de nuevo a la titularidad y parece que Javi Varas volverá a ser el portero en la sombra. Pero en cinco partidos, incluyendo el de Stuttgart y el de Cartagena (donde encajó dos goles ensuciando sus estadísticas), ha dejado una gran sensación en busca de su deseo, ser el meta titular del Sevilla.

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