Cuando aún quedan horas por delante, Unai Emery ya enfila la recta final de la preparación de un partido vital para la consecución de uno de los objetivos de la temporada. La visita al Villarreal en el encuentro de ida de los octavos de final de la UEFA Europa League es una de las citas marcadas en rojo en el calendario sevillista. Un torneo en el que los de Emery defienden el título de campeón en el que hay puestas muchas de las ilusiones por parte de la afición y también en los profesionales.

En este sentido, el estado de Daniel Carriço centra el foco de atención por las carencias que hay en el centro de la defensa, si bien la vuelta de Pareja ha aliviado en parte este problema. El portugués aún sigue fuera de la dinámica del grupo, pero se espera que este martes pueda probarse. Aunque los médicos cifraron el periodo de recuperación en dos semanas a causa de una lesión muscular de grado 1 en el adductor mayor izquierdo, las sensaciones hacen pensar que hay posibilidades de que pueda llegar a tiempo para Villarreal. No obstante, hoy será clave.

La sesión de este lunes en la vuelta al trabajo tras el domingo de descanso, que fue a puerta cerrada, arrancó con una charla de Emery con el equipo y trabajo en el gimnasio. Los titulares en Riazor realizaron trabajo de recuperación, mientras que el resto de futbolistas completaron un entrenamiento más intenso con el balón como protagonista. En esta sesión tuvieron presencia siete canteranos, los recién llegados para el filial Paco Candela y Alejandro Galindo (central y medio centro), Beto, Gonzalo, Juanje, Tena y el meta juvenil Samuel.

Beto y Cristóforo, aparte del mencionado Carriço, son los jugadores que están al margen del trabajo de grupo, si bien al portero le queda poco para volver.