Ayer se cumplieron nueve meses justos desde que Reyes se volvía a poner la camiseta del Sevilla después de un largo periplo de ocho años por Londres, Madrid, Lisboa y de nuevo Madrid. Era el día de la Epifanía y el departamento de marketing del club lo tuvo muy fácil para hacer el juego de palabras con el regalo de Reyes en una fecha tan entrañable y señalada y el sevillismo respondió con la presentación más multitudinaria que se recuerda en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Entre siete y ocho mil sevillistas, aunque algunos lo cifraron incluso en diez mil, se dieron cita en Nervión para darle la bienvenida al hijo pródigo. Las expectativas eran máximas, pero...

En estos nueve meses que Reyes acumula en su segunda etapa sevillista la realidad de los números es fría e irrefutable. El utrerano no ha cuajado y sólo hay que mirar esas inmisericordes estadísticas. Reyes ha jugado 18 partidos con el Sevilla desde aquella mañana de enero que llenó de ilusión los hogares blanquirrojos y sólo ha saboreado la victoria en 5 ocasiones. Lo demás son 8 derrotas, incluida la última en Vigo, y otros 5 empates, con ningún gol en esos 18 encuentros, de los que sólo completó tres, en los 15 restantes fue sustituido.

El esperado regreso de Reyes después de superar la tercera lesión desde que volvió el enero pasado fue decepcionante. Se había especulado con la posibilidad de su titularidad por las bajas de Rakitic y Trochowski, ya que existía la posibilidad de que el utrerano los supliera como enganche en la mediapunta o como extremo izquierdo. Pero Míchel, que no se sabe muy bien por qué afirmó en la víspera del partido ante el Celta que Reyes no volverá a jugar por norma en la izquierda, lo dejó en el banquillo y lo sacó por Babá tras el descanso al ver la paupérrima respuesta del equipo durante la primera parte. Pero el brío y el dinamismo inicial de Reyes, que se ubicó en la mediapunta, duró muy poco, como en otras ocasiones, y se diluyó completamente a raíz de la desafortunada jugada del 1-0, (otra polémica decisión arbitral por una mano tan voluntaria como instintiva).

Reyes debutó como sevillista en Vallecas el pasado 8 de enero y tuvo un digno papel. Pero posteriormente, una racha de empates y derrotas, con el Sevilla de Marcelino hundiéndose entre ocasiones de gol fallidas, fue desquiciándolo, quitándole energía pese a que su participación en el juego era muy elevada. Luego empezaron las lesiones. Un dedo en Málaga, un problema de aductores antes de viajar a Mallorca... Jugó forzado algún partido y nunca terminó de rendir. Esta temporada, partió de titular ante el Getafe, después de un plan especial para perder peso y coger la mejor forma. Se lesionó en Granada y reapareció en Vigo. Le quedan por delante 32 partidos de Liga para reivindicarse...