No es la primera vez que Unai Emery tiene un pico bajo en el Sevilla. Hacía tiempo, bien es cierto, que el bache no era tan llamativo, sobre todo si en la perspectiva del rendimiento del equipo se incluye como baremo de medición las altísimas expectativas que despertaron fichajes como Rami, Konoplyanka y Llorente, sobre todo. Entre los factores que están acentuando las críticas está el gran esfuerzo económico que ha realizado el club, el mayor de su historia en cuanto a gasto en nóminas de jugadores. Pero el técnico vasco ya tiene experiencia para capear el temporal y, así como otras veces salió de malas rachas que incluso pusieron su cargo en entredicho, ahora mantiene intacta la fe en su equipo, en su gestión, en su cuerpo técnico, a pesar de que el Sevilla ha tenido un inicio mucho más decepcionante que aquel dubitativo de la campaña 13-14. A pesar de que ya no se puede hablar de inicio siquiera a estas alturas...

El jarro de agua helada que supuso la forma en la que el Manchester City puso en evidencia al Sevilla el martes no altera el discurso de Emery. El técnico realizó ayer un pormenorizado análisis del presente de su equipo, y expresó su fe absoluta en un halagüeño futuro, algo que sustentó sobre sus éxitos en el pasado reciente. Por todo ello, cree que el Sevilla será otro equipo muy distinto ante el Madrid. "Para mí el partido es un reto, una motivación; sobre todo tras haber perdido en el Sánchez-Pizjuán. Es una prueba bonita y estoy seguro de que el domingo la afición va a ver un gran Sevilla. Los sevillistas irán al campo con ilusión", dijo el técnico en Radio Marca.

Su convicción contrasta con la desesperanza que ha anidado en gran parte de ese sevillismo que espera una reacción que sólo ha llegado a cuentagotas... la sufrida victoria sobre el Barcelona y poco más. Las críticas van a más, pero Emery sigue asumiéndolas con naturalidad. "En la Liga estamos varios puntos por debajo de lo que queremos. Cuando yo llegué a Sevilla, el equipo estaba fuera de Europa, sin ilusiones. Llegaron dos títulos de la Europa League. La aspiración es máxima ahora y mantenerse ahí arriba es difícil". Como difícil sería su decisión de renovar por el Sevilla pese al altísimo listón que tenía aquí y a las ofertas externas. "No me arrepiento. Cuando decido renovar lo hago con todas las consecuencias. Sabía que esta situación se podía dar, por la dificultad de la Champions. Sabía que esto no iba a ser fácil, pero creo que podemos seguir trabajando para seguir creciendo, que es difícil, pero no vamos a bajar los brazos. La afición quiere ver a su equipo jugar mejor", asumió.

Emery abundó en cómo está influyendo la Champions en la imagen del equipo. "La Champions exige, desgasta mucho. El potencial de los rivales es muy alto. Nosotros sabíamos esto y creemos que somos capaces de dar el nivel en la Liga y en Europa. Creo que en Europa estamos ahora en el sitio natural que podíamos estar, por debajo de la Juventus y del Manchester City. Tenemos ilusión. Queremos con naturalidad recuperar, sobre todo, nuestra posición en la Liga. Y en Europa, vamos a ver qué pasa en estos dos partidos; y si no, pues a ver si podemos jugar la Europa League", dijo el guipuzcoano, que reconoció que no pasar a octavos de la Champions "sería una decepción importante". A este respecto, intentó explicar cómo pudo haber tanto contraste entre el Sevilla de Manchester y el de Nervión. "Fueron muy sólidos, reforzaron bien el mediocampo y aprovecharon su velocidad en las bandas. El día de Manchester hicimos un partido muy completo que nos sorprendió a nosotros mismos".

Champions aparte, a Emery se le critica ya todo. Por ejemplo, la gestión de los tres delanteros: "Gameiro se lesionó pero ha hecho cinco goles en la Liga, Llorente también ha tenido una lesión, va entrando y haciendo goles, Immobile trabaja muy bien y seguro que nos va a aportar. Todos los jugadores que han llegado aquí en otras temporadas han necesitado un periodo de adaptación". Al respecto, añadió: "Tenemos una experiencia que nos dice que funcionamos mejor con un delantero y no con dos. Si miramos atrás había cosas que nadie entendía y luego dieron resultado, pero se necesita tiempo". El cambio, otra vez, de Mariano por Coke, provocó pitos. "En mi carrera he reconvertido laterales y han salido laterales como Jordi Alba, Mathieu, Alberto Moreno. El año pasado quité a Reyes para poner a Diogo y éste dio el pase del gol de Iborra al Borussia. Creíamos que necesitábamos esa profundidad. Otras veces lo he hecho. Los cambios a veces salen bien y a veces mal", justificó el técnico, acorazado con su fe.