Fue justamente la noche del 11 de octubre de 2011, por lo que faltan sólo seis días para que se cumpla un año. Ese día, en un programa de la televisión del club en directo (A Balón Parado) con la presencia en los estudios de su amigo Álvaro Negredo, el Sevilla anunciaba la ampliación del contrato de un Javi Varas que vivía en ese momento su momento más dulce en el Sevilla. Aunque aún estaba por llegar su gloriosa noche en el Camp Nou (el 23 de octubre), en la que le paró un penalti a Messi en el descuento, sus paradas habían dado muchos puntos al equipo de Marcelino y empezaba a ser considerado como uno de los héroes para el sevillismo.

Por eso, un año después de una renovación al alza, que hoy el meta de Pino Montano defienda la portería del equipo rival del Sevilla, que, además, corre con los cargos de una parte muy importante de su ficha, llama muchísimo la atención y puede catalogarse de situación extraña poco común en el fútbol. No obstante, el Sevilla ha repetido actuaciones similares, como la temporada pasada con Arouna Kone, a quien pagó gran parte de la ficha pese a jugar en el Levante y arrebatarle al Sevilla, precisamente él, en el Sánchez-Pizjuán la posibilidad de entrar en competición europea con un gol a Palop en la portería de Gol Norte.

En su caso, lo de poder jugar contra el Sevilla, fue una condición que puso el propio Javi Varas para aceptar una cesión, ya que se le quedó en la retina lo que le ocurrió a Cobeño en el Almería, pues la aparición de Diego Alves se produjo en un partido ante el Sevilla que no pudo disputar él por contrato. No tuvo más remedio que acceder el Sevilla, que seis meses después de renovar le comunicó que en la planificación estaba previsto fichar dos porteros.

Ahora, Javi Varas, un año después de renovar, cobrando la mitad de su sueldo del Sevilla, se enfrenta a su club. Cosas del fútbol.

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