Vertebrarse para vivir
málaga - betis · la previa
Al Betis le urge cerrar filas esta noche para saltar a La Rosaleda dispuesto a cambiar su destino. Perquis entra finalmente en la convocatoria tras recuperarse de una lesión muscular.
"Tenemos que remar todos en la misma dirección". "Los trapos sucios se lavan en casa". "Hay que cerrar filas y morir con nuestras ideas". "La unión hace la fuerza". Todos estos lugares comunes deben ser tomados como auténticos padrenuestros en el Betis, tanto en el vestuario como en los despachos, para acabar con la imagen de entidad desvertebrada y dar un golpe de timón a su destino. Hoy toca sobre la hierba. Al equipo heliopolitano no le queda otra que rehacerse, brindar una mayúscula prueba de carácter y regresar con los tres puntos a Sevilla.
Mel viaja por un camino y el consejo de administración por otro. La idea de fútbol que pretende el entrenador madrileño va por un camino, y el equipo por otro. Y en el medio, todo un histórico de nuestro balompié al que hoy, víctima de una errática planificación deportiva, apenas le brotan unos gramitos de fútbol en cada partido.
Esa tibia capacidad para competir se ha visto reflejada en los últimos cuatro partidos de Liga, con tres derrotas ante Getafe, Elche y Atlético, más un escuálido e insuficiente empate con el Levante. Un punto de doce que ha conducido al Betis hasta la zona de descenso, lo que en circunstancias normales no dejaría de ser una situación preocupante, sin más. Pero en este Betis de tendencias autodestructivas, caer a los tres últimos puestos con nada menos que 27 jornadas por litigar -¡81 puntos!- se ha digerido como una tragedia poco menos que inevitable.
Lógicamente, la situación real, lo que refleja la tabla, también viaja por un camino, y la percepción interna de los responsables va por otra. No es para tanto, pero tres hechos encadenados han venido a elevar la fiebre hasta el delirio y provocan que desde dentro, todo se vea más trágico de lo que es: la improvisada rueda de prensa de Mel un día después de la goleada en el calderón, el protagonismo de los ultras en aquel entrenamiento del martes y el comunicado del consejo, desmarcándose el pasado viernes del papel de su entrenador ante los radicales.
El único punto de luz verdadera que arrojó la semana brotó de la irregular hierba del Benito Villamarín. No ganó el Betis el importantísimo partido ante el Levante, el punto apenas templa nervios, pero la hora de partido con un jugador menos y el hecho de que los verdiblancos merecieran la victoria aun en inferioridad, debe rearmar anímicamente a la tropa de Mel.
A eso, a esa demostración de carácter y vergüenza profesional, se debe agarrar el Betis esta noche cuando salte a La Rosaleda y veintitantos mil malaguistas traten de desestabilizarlos y echar una mano a los de Schuster.
A buen seguro que Mel les recordará a los suyos que el Levante, con uno más, no mordió el polvo por ese gol mal anulado a Jorge Molina. Y que su gente acabó reconociendo el esfuerzo de sus jugadores. También les recordará que el Málaga tampoco está para tirar cohetes y que la última vez que jugaron en casa se fueron a la caseta con un doloroso 0-5: también han sumado un solo punto de los últimos doce.
Sabe el competente entrenador bético que, por si fuera poco la que está cayendo, hay overbooking en la enfermería verdiblanca: a Rubén Castro se unen Sara, Paulao, Amaya, Reyes y, confirmados ayer, Igiebor y Salva Sevilla. Muchos de ellos llamados a conformar la columna vertebral esta temporada. Un serio hándicap para la configuración de un equipo que, en la línea recuperada ante el Levante, eleve el nivel competitivo.
Visto el panorama, las variantes se reducen. Por delante de Andersen actuarán Chica, Jordi y Nacho. ¿El cuarto defensa? Podría ser Perquis que se ha recuperado y ha entrado en la lista, aunque ante, las dudas, Mel ha citado a Caro, del filial. Es probable que Mel recupere los tres medios, con Xavi Torres como pivote más defensivo y Matilla y Verdú más adelantados. Y arriba, Jorge Molina con el apoyo por fuera de dos extremos, que saldrán de la terna Juanfran-Juan Carlos-Vadillo. Los tres respondieron ante el Levante.
Faltará la columna vertebral en Málaga, pero al Betis no le queda otra que empezar a vertebrarse como sea para salir del barro, jugar arropaditos con esos tres medios y salir con velocidad por las alas. Competir hoy, buscarle las cosquillas al dubitativo Málaga de Schuster. Y ganar. Porque nada vertebra más que las victorias.
Perquis se recupera y es novedad en la convocatoria
La presencia del defensa polaco Perquis, que se ha recuperado de una lesión muscular, es la principal novedad de la convocatoria, donde también estarán dos jugadores del filial: el portero Javi Montoya y el central José Antonio Caro.
Mel cuenta con las bajas por lesión de Sara, Rubén Castro, Amaya, Nosa, Lolo Reyes, Salva Sevilla y Paulao, y además ha descartado por decisión técnica a Javi Chica y Dídac Vila.
La convocatoria del Betis, que sólo ha sumado un punto en las últimas cuatro jornadas, la conforman Andersen, Javi Montoya, Caro, Jordi Figueras, Perquis, Nacho, Steinhöfer, Cedrick, Matilla, Nono, Verdú, Xavi Torres, Juan Carlos, Juanfran, Vadillo, Braian Rodríguez, Chuli y Jorge Molina
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