Visita de Gordillo antes de la final con el Racing

El presidente de la Fundación quiso palpar el sentir del vestuario, al que transmitió confianza

Rafael Gordillo, junto a Tomás Calero y Víctor Antequera.
Rafael Gordillo, junto a Tomás Calero y Víctor Antequera.
S. Silva / Sevilla

24 de marzo 2012 - 05:02

En el viaje de vuelta de Madrid, tras la derrota en Vallecas que hizo saltar las alarmas, ya se barruntaba que esta semana se produciría una visita de las altas instancias del club al vestuario, algo necesario tras la imagen ofrecida por el equipo ante el Espanyol. Ayer fue Rafael Gordillo, presidente de la Fundación Real Betis y que mantiene una relación muy cercana tanto con los jugadores como con Pepe Mel, quien mantuvo un diálogo con los futbolistas para conocer su estado de ánimo, a la vez que transmitió su confianza de cara al decisivo encuentro del domingo ante el Racing.

Ni la ventaja de siete puntos con el descenso permite que la calma aparezca en Heliópolis, aunque Gordillo sí quiso enviar ánimos al equipo, consciente de que una victoria ante el conjunto cántabro significaría un paso adelante para la permanencia. "En el campo, cuando eres futbolista, hay algunos que la soportan mejor que otros. Ahora tenemos futbolistas jóvenes y otros que juegan su primer año en Primera. El día del Racing tenemos que animar y estar todos juntos. Mientras haya opciones y vayamos 0-0, no debemos ser una afición fría, que haga que el jugador falle pases o se ponga nervioso. Hay futbolistas que se desaniman si su propia afición les pita. Tenemos un rival directo para ponernos en una puntuación holgada y con mejores vistas", manifestó Gordillo en los medios oficiales del club, donde también resaltó la trascendencia del encuentro: "Nos jugamos un partido decisivo frente a un rival directo que está en descenso. Tenemos que sacarles 10 puntos. Eso es lo que se debe meter a los chavales en la cabeza. He estado con los chavales para darles ánimos".

La imagen ante el Espanyol no fue la mejor, algo que el propio Gordillo reconoció, aunque la forma de perder dos puntos sí que fue dolorosa. "Hasta que marcamos el gol no era un partido para que estuviéramos ganándolo. El Espanyol jugó bien, nos creó peligro y nosotros no estuvimos muy finos. Se te queda el cuerpo mal, ya que marcas el gol y luego te empatan en el descuento. Se nos escaparon dos puntos, pero esto es fútbol y hay fallos y si no los hubiera, habría menos goles. A priori podíamos perder, teníamos la sensación de que en cualquier momento el Espanyol podía hacernos daño", comentó el presidente de la Fundación, que quiso apuntar la buena situación del equipo: "Cualquiera se cambiaría por tener nuestros puntos y entre todos tenemos que influir en el resultado del partido. La afición del Betis comprende la magnitud e importancia del partido".

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