Pese a ser uno de los pilotos más pequeños de la categoría, Sergio Bernal (Sevilla, 2006) está situado en el sexto lugar en la clasificación general de Promo3, enmarcada en el Campeonato de España de Superbike. Para él, el mundo de la velocidad es “una pasión”. Una pasión que llevaba en la sangre y que pudo empezar a explorar de verdad a los cinco años, cuando le regalaron su primera moto, una Polini.

“La pasión es mía”, apunta su padre, que responde también al nombre de Sergio y es todo un apasionado de este deporte. “A los cinco años fue iniciándose poquito a poco. Y cuando ya le permitieron correr, empezó a competir en el Campeonato de Andalucía”, explica. Aunque para que el chico presione ahora el manillar en algunos de los grandes circuitos de España han sido necesarios muchos sacrificios familiares. Su padre admite haber hecho “locuras”, pues el acceso a este tipo de competiciones no es precisamente barato y “cuesta la vida encontrar patrocinadores”.

Pese a los obstáculos, Sergio siguió dando pasos adelante y destapando su talento. Después de fajarse en una serie de torneos –oficiales y no oficiales, como los del ANPA–, aterrizó en el Campeonato de España. En él, estas jóvenes promesas disponen de motos de cierta potencia. La que está montando Sergio esta temporada es una MIR Racing, que utiliza un motor Yamaha de 250cc y cuatro tiempos. Hace unas semanas en Montmeló, donde se ubica la recta más larga de la competición, alcanzó los 220 km/h. Son velocidades muy altas, pero su padre se lo toma con calma. “Yo estoy tranquilo, porque confío en él. Lo más importante es que la moto siempre esté a punto. Tiene que ser revisada entera cada vez que sale a la pista”.

"Cuando tenía cinco años le compré una minimoto, una Polini, y poquito a poco fue iniciándose” - Sergio Bernal, padre de Sergio

En la presente campaña, que se inició a principios del mes de mayo, Sergio ha conseguido un sexto y un cuarto puesto en las dos primeras pruebas. Éstas se produjeron, respectivamente, en el circuito de Jerez-Ángel Nieto y en el de Montmeló, en Barcelona. Ahora desconecta en la playa antes de partir, el miércoles, hacia Valencia, pues el próximo fin de semana se celebra la tercera prueba en el circuito Ricardo Tormo de Cheste. “Me veo fuerte, la verdad”, dice él.

Con 31 puntos, es sexto en la general. Y con la dificultad añadida de competir con chicos de hasta 17 años. Además, “él, por ser uno de los pilotos más pequeños de la categoría, tiene que llevar 11 kilos de lastre”, apunta su padre. “Hay un mínimo establecido entre moto y piloto y él no da ese peso. Entonces hay que lastrarlo con placas de submarinismo de plomo, que van acopladas a lo que es el chasis y demás”.Sergio y su padre tienen la idea de intentar correr la European Talent Cup el curso que viene, cuando él cumpla los 13 años. En esa competición, la moto que llevaría sería una Honda oficial, una NSF. Mientras tanto, toca seguir cumpliendo metas, saltando todas las barreras.

Una de ellas es el presupuesto del Campeonato de España, que oscila entre los 60.000 y los 80.000 euros. Por fortuna, Sergio cuenta con la ayuda del Ayuntamiento de Guillena. Allí sí ha encontrado el respaldo económico que no halló en Sevilla, donde su familia vivía hace unos años. El padre de Sergio no quiere olvidarse de su empresa, Dinagas Sevilla, que siempre ha puesto de su parte para que el chaval pueda acudir a grandes competiciones, siendo su principal patrocinador. Habla con cariño del dueño, Juan Plata, que desde el principio acogió a Sergio “como si fuera su nieto”. En el joven está el alcanzar sus sueños. Pues apoyos no le van a faltar.