CON la muerte de Just Fontaine se nos va el mejor pichichi en un Mundial. Aunque Gerd Muller, Ronaldo y Klose superaron los trece goles del francés, el hecho de que éste lo consiguiera en un solo Mundial lo tienen en lo más alto del pedestal de goleadores mundialistas. Just Fontaine (Marrakech 1933) fue el ariete de Francia en el Mundial de Pelé, el disputado en 1958 en Suecia y socio ideal de Raymond Kopa en el Stade Reims.

Trece goles en sólo seis partidos, que fueron los que Francia jugó en Suecia 58, siempre han sido considerados como uno de los grandes sucesos en la historia del fútbol. Cuando se celebró dicho Mundial era Sandor Kocsis el que ostentaba la marca más alta con sus once goles en Suiza 54 y era una muy considerable y que parecía complicada de derribar, pues entonces nadie superaba a la Hungría de Puskas, Boszick, Czibor y el propio Kocsis, denominado Cabeza de Oro.

Pero sería este francés oriundo de la parte gala de Marruecos el que dejaría un récord para la historia. Si nos fijamos en las marcas un solo Mundial, a Fontaine les seguirían el susodicho Kocsis, Muller en México'70 con diez y Eusebio en Inglaterra'66 con nueve. Una gesta muy principal la protagoniza el brasileño Jairzinho, que en México'70 logró anotar un tanto en cada uno de los siete partidos jugados como sucesor de Garrincha en la punta diestra de la canarinha.

En 1956, el Real Madrid fichó a Kopa y el Stade Reims lo suplió con Fontaine, el ariete del Niza, donde había marcado 50 goles en tres temporadas. Y en 1959, esa pequeña sociedad que formaban Kopa y Fontaine en los bleues se reencontró en el Stade Reims. Antier fallecía Just Fontaine en Toulouse a los 89 años de edad y en la memoria queda cómo en el Mundial que vio nacer a la mayor estrella conocida, el hijo de un francés y de una española batía una marca aún no derribada.